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La mirada de la poesía en el cine

Redacción




Fernando Alonso Barahona. Crítico de cine.

Vendrá de noche, cuando todo duerma;

vendrá de noche cuando el alma enferma se emboce en vida ;

vendrá de noche, con su paso quedo,

vendrá de noche y posará su dedo

sobre la herida.

Vendrá la noche  y su fugaz vislumbre

Volverá lumbre la fatal quejumbre;

Vendrá la noche

Con su rosario ; soltará las perlas

Del negro sol que da ceguera verlas,

Todo un derroche ()….)

 

Vendrá la noche , si, vendrá la noche

Su negro sello servirá de broche

Que cierre el alma;

Vendrá de noche sin hacer ruido ,

Se apagará a lo lejos el ladrido,

Vendrá la calma ..

Vendrá la noche …”

MIGUEL DE UNAMUNO

(Romance del destierro )

La última noche de los sitiados en El Álamo (1960 ) de John Wayne. Tiempo de recuerdos, de valor para entregar la vida en defensa de una causa (Creo en un Dios Todopoderoso – musita uno de los defensores – todo clemencia y todo sabiduría, y creo que el bien saldrá triunfante y quedará derrotado el mal y creo y confío en el más allá). Poesía dramática y épica que desgranan las bellas imágenes teñidas de nostalgia, de valor, de fortaleza de espíritu.

Noche y muerte, los muertos asaltan el recuerdo de los vivos. La habitación verde 1974 de Francois Truffaut. Un altar como recuerdo a los amigos y familiares muertos. Siempre el recuerdo para combatir el desvanecimiento de la muerte. Recordar es volver a vivir.

Morir sólo es morir. Morir se acaba.

Morir es una hoguera fugitiva.

Es cruzar una puerta a la deiva

Y encontrar lo que tanto se buscaba

JOSE LUIS MARTIN DESCALZO

(Testamento del pájaro solitario)

La colina del adiós ( 1955 ) de Henry King. Es tan maravilloso amar, es la gran verdad que da sentido a la vida. Los amantes separados, las cartas de amor, el destino que destroza el futuro (como en Los ojos perdidos, 1966 de Rafael García Serrano). Esa cita imposible porque la muerte se ha llevado la mitad de un corazón y el que queda solo podrá llorar en esa colina del adiós y de la vida. Y, sin embargo, como escribiera Gabriel Marcel : Tu , a quien amo, no morirás jamás “.

Primavera (1937) de Robert Z Leonard, Tres camaradas (1938) de Frank Borzage, El puente de Waterloo (Mervin le Roy), María Antonieta 1938 de W.s.Van Dyke  …la muerte podrá segar el amor en la tierra pero el espíritu es capaz de sobrevolar y seguir viviendo, seguir amando .

Amar es vivir.

Ojos de mujer, ojos de esfinge (Greta Garbo en La reina Cristina de Suecia de Rouben Mamoulian),  ojos de perversidad y belleza (Gene Tierney en Que el cielo la juzgue, 1945 de John M. Sthal). ¿Existe poesía en la mirada? Gustavo Adolfo Bécquer lo resumió de forma admirable: Poesía eres tú.

Poesía de los grandes artistas que hicieron de su alma creación poética, Quevedo y su polvo enamorado, Bécquer y Campoamor, Lorca y Baudelaire, Kavafis y Ezra Pound. El jardín de las trayectorias de Borges y la poesía femenina de Alejandra Pizarnik, Delmira Agustini, Alfonsina Storni, Gabriela Mistral, Sylvia Plath o Petya Dubarova.

El cine se hace poesía en la cámara de Ford y Vidor, en la épica de Hawks y De Mille, en el sentimiento de Vidor, la magia de Hitchcock y la mirada humana de Fritz Lang. Poesía hecha vida en Ray, Mizoguchi, Fellini, Visconti, Dreyer, Chaplin, McCarey o Walsh.

 Crear películas es dibujar escorzos de vida humana (Julian Marías), dibujar las miradas, las palabras, los gestos, en la pantalla es como escribir poemas con la pluma o sus modernos sucedáneos.

Amar es vivir .

Amar la poesía en versos, imágenes, letras e historias es amar la vida .

Dile cosas bonitas a tu novia:
«Tienes un cuerpo de reloj de arena
y un alma de película de Hawks.»
Díselo muy bajito, con tus labios
pegados a su oreja, sin que nadie
pueda escuchar lo que le estás diciendo
(a saber, que sus piernas son cohetes
dirigidos al centro de la tierra,
o que sus senos son la madriguera
de un cangrejo de mar, o que su espalda
es plata viva) . Y cuando se lo crea
y comience a licuarse entre tus brazos,
no dudes ni un segundo:
bébetela.

LUIS ALBERTO DE CUENCA