Fernando Alonso Barahona. Crítico de cine.
En la vorágine de los estrenos semanales de una temporada ( 2017-2018 ) que aún se esfuerza en resultar brillante merece la pena reseñar películas españolas con un toque de originalidad.
La más taquillera va a resultar sin duda Sin rodeos, una comedia de Santiago Segura en la que se aleja del estilo de sus míticos Torrente para lavar su imagen con briznas de corrección política. La película, protagonizada por Maribel Verdú y en la que el propio director de la película, Santiago Segura, se reserva también un papel, nos presenta a Paz, una mujer con una vida aparentemente perfecta pero que en realidad vive angustiada porque no se atreve a expresar sus sentimientos… Hasta que un día recurre a una extraña terapia que le hará decir absolutamente todo lo que piensa, sin ningún tipo de rodeos. Como el Jim Carrey de Mentiroso compulsivo, la pócima que se toma le hará ser ella misma, decir la verdad, enfrentarse al impresentable de su jefe y en definitiva a no dejar títere con cabeza.
Buen ritmo, situaciones de variada calidad y una magnífica interpretación de Maribel Verdú – una de las mejores actrices españolas – sostienen la película y compensan sus eventuales defectos.
Segura ha trabajado mucho con Alex de la Iglesia ( Bilbao, 1965 – ), un prolífico cineasta que desgrana películas con sorprendente facilidad (Balada triste de trompeta , Mi gran noche – que supuso el regreso de Raphael al cine – El bar y ahora Perfectos desconocidos, un notable éxito comercial y una historia que divierte y a la vez hace reflexionar: Siete viejos amigos se reúnen para cenar. Con el objetivo de hacer la velada más interesante, deciden jugar a un juego: todos pondrán sus teléfonos móviles sobre la mesa y cualquier llamada, mensaje o notificación que reciban será compartida con todos los demás. ¿Qué podría suceder si todos afirman no tener secretos?
En torno a esta seductora premisa se construye Perfectos desconocidos, la nueva película de Álex de la Iglesia, remake de un exitoso filme italiano de 2016 pero llena del toque personal e inconfundible el director. Y con la que casi todos podemos sentirnos identificados en algún momento. El móvil como guardián de los secretos .
En otro artículo nos referimos a Isabel Coixet que La librería rinde homenaje al maravillo universo de los libros. Cada persona tiene un lugar especial donde se siente protegido del resto del mundo . Para Isabel Coixet ( de quien podemos también revisar editada en DVD una de sus primeras obras, la romántica A los que aman ) ese refugio es una librería , millones de letras e historias que protegen, enamoran, acarician el alma y ayudan a vivir. Los libros, sus portadas , sus hojas, su olor, sus palabras …
Juan Pinzás inicia en esta primavera el lanzamiento internacional de El vientre de Europa, su última realización. Juego de máscaras y realidad (la enfermedad, la sensualidad de la mujer enmascarada ), dualidad permanente del hombre y el artista (Pintos habla con su propia imagen externa, o tal vez el hombre con el artista cuando se escinden de la realidad).
El vientre de Europa es una propuesta cinematográfica diferente que no se parece a ninguna otra, por más que Pinzás no renuncie a sus influencias, desde Godard al Bergman de Persona, o al estilo visual de David Lynch y el homenaje a Hitchcock en el plano de la mujer con la navaja.
La película es una reflexión sobre la interioridad de un artista dibujada con sinceridad y a corazón abierto. Todo ello a través de imágenes bellas y serenas, de una voz que va interrogando el alma. No hace falta historia, es simplemente un escorzo de vida human. La madre, la mujer, y el arte como forma de vivir. Merece la pena.
No cerramos la crónica sin un recuerdo para Carlos Aured ( 1937-2008 ) . En este pasado mes de febrero se han cumplido diez años de su muerte y ha pasado desapercibida para casi todo el mundo. Tal vez los cinéfilos no avezados en el cine de terror español no hayan oído hablar de su nombre, pero los seguidores del género guardan un lugar importante en la materia para las colaboraciones que Aured filmara con el gran Paul Naschy ( 1934-2009 ) en los años dorados del terror español: El espanto surge de la tumba, 1972, El retorno de Walpurgis 1972, Los ojos azules de la muñeca rota 1973, La venganza de la momia, 1973 .
Poco antes de morir iniciaron en 2007 una nueva colaboración : Empusa. Pero Aured abandonó la dirección apenas iniciada y fue el propio Naschy el que hubo de concluirla. O casi, porque la financiación se quebró y la película nunca se estrenó en cine y solo se ha podido ver en una edición en DVD con un montaje de circunstancias.
Conocí a Carlos Aured ( como a Paul Naschy de quien tuve el placer de escribir en numerosas ocasiones libros y artículos como La marca del hombre lobo o Las tres caras del terror – junto a Luis Alberto de Cuenca y Juan Manuel de Prada o un estudio biográfico publicado en Portugal en 1998 ) y me dejó un ejemplar del guión de La sombra en el cristal, su último proyecto que no pudo ver coronado.
Cine de género, artesano del cine. Buen título para un director que pudo haber tenido mejor obra de no haber vivido circunstancias difíciles y una industria del cine algo más acogedora para los cineastas independientes.