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Miguel Bernad: La ONU reconoce que soy un preso político

Redacción




Miguel Bernad. Secretario General de Manos Limpias,

He sufrido en propia persona la vulneración por parte de diversos estamentos del sistema, del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, firmado por España el 23 de marzo de 1976, hace ya 42 años…

         La Carta de las Naciones Unidas impone a los Estados la obligación de promover el respeto universal y efectivo de los derechos y libertades humanas.

         En mi detención e ingreso en prisión preventiva incondicional, se vulneraron por los funcionarios y organismos del sistema los artículos 7, 9, 10, 14, 17 y 19 del Pacto Internacional.

A/. –  Se me dio un trato degradante durante mi detención, criminalizándome en los telediarios ante la sociedad (artículo 7).

B/. –  Fui detenido e ingresado en prisión de manera totalmente ilegal y arbitraria, vulnerando el plazo de setenta y dos horas para ponerme a disposición judicial, y sin manifestarme los motivos de la detención, según prescribe el artículo 520 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (artículo 9 del Pacto).

C/. –  Se me das un trato inhumano y degradante en la cárcel, haciéndome recoger colillas del patio y limpiar letrinas, cuando el reglamento penitenciario exime de estas labores a los presos mayores de 65 años (yo tenía entonces 74 años).

Durante mi estancia en el Hospital de Alcorcón, para operarme de un desprendimiento de retina, me conducen esposado en la camilla al quirófano, “paseándome” por delante de los pacientes  presentes, como si de un asesino, violador o narcotraficante se tratase (artículo 10).

D/. –  Se me aplica una medida excepcional, la prisión preventiva incondicional, que no se aplica ni se aplicó a casos flagrantes y escandalosos que están en la memoria de toda la sociedad (artículo 14).

Supongo se trataba de denigrarme públicamente, y, de paso, dificultar mi defensa, impidiendo en la práctica la labor del Sindicato Manos Limpias.

E/. –  Soy lapidado, televisivamente, vilipendiado, criminalizándome de manera perversa, sin poder defenderme por estar en la cárcel (artículo 17).

F). –  Fui detenido y encarcelado por ser el referente de la lucha contra la corrupción de un régimen corrupto, que afortunadamente ya agoniza, y por haber traspasado las “líneas rojas” del sistema, al denunciar a un miembro de la Familia Real  -la sombra de La Zarzuela es alargada- (artículo 19).

         En definitiva, se han vulnerado preceptos universales, en un Estado que se define de derecho, y que dice respetar los derechos fundamentales a la presunción de inocencia, la seguridad jurídica, la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos, el derecho a un juez imparcial, el derecho a la propia imagen, el principio de igualdad ante la ley, así como la tutela judicial efectiva.

         Todos estos derechos humanos, y en el caso español fundamentales, según la Constitución del 78, han sido vulnerados en mi caso.

         El Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha recibido la pertinente denuncia del que suscribe, por entender que el Estado Español me ha convertido en un verdadero preso político.