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Lo que usted, podemita, llama «hordas fascistas» queremos mostrar nuestra indignación por el crimen

Redacción




Yolanda Cabezuelo Arenas.

Tengo la sensación de estar presenciando momentos de crispación absoluta, previos al estallido incontrolado de tanta gente cansada ya de injusticia. La impotencia de tener que aguantar tanto despropósito se está volcando en las redes, donde se le desea lo peor a Ana Julia Quezada, la mujer detenida por el asesinato de Gabriel Cruz. 

He dicho tantas veces que la violencia no tiene género que empieza a sonar ya repetitivo. No puedo alegrarme de que la asesina de esta criatura sea una mujer, aunque eso sirva para demostrar que monstruos hay de ambos sexos y de todos los colores. Utilizar esa circunstancia en este momento es indigno; y tampoco tiene cabida sacar ahora temas de inmigración ni de racismo; ahora no.

La misma contención sería de recomendar a este señor, o señora -o quien sea el vocal de la Secretaría de feminismo podemita-, que ha volcado en Twitter el mensaje «Debemos proteger la imagen de la mujer acusada, las hordas fascistas están condenándola por ser de color y mujer». Y sería de recomendar porque este mensaje, en otro momento, se tomaría como otra estupidez más de PODEMOS; pero ahora, en ESTE momento, es incendiario, y no están los ánimos para meter palito en candela.

Tal vez en PODEMOS no les importe el dolor de esta familia ni de ninguna otra; si son capaces de apoyar a maleantes y a terroristas como Rodrigo Lanza y Otegui no pueden tener sensibilidad para apreciar la tragedia que supone un niño muerto. Lo más probable es que de este caso sólo les importe justificar como sea que no es un hombre el asesino, aunque sea al precio de querer implicar al padre de Gabriel en otros Twitts indecentes.

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«A saber lo que habrá sufrido esta mujer para actuar así»... Pues mire usted, y esto a título personal: A mí me importa un carajo lo que haya sufrido. Me importa lo que están sufriendo los padres, los abuelos, los vecinos de Níjar, los activos que han estado doce días buscando a Gabriel sin descanso, y los miembros de la Guardia Civil que han llorado hoy cuando descubrían el cadáver.

Mañana será el momento de analizar por qué tienen ustedes interés en proteger la imagen de la asesina. Hoy las personas de bien a las que usted llama «hordas fascistas» sólo estamos con ánimos para seguir mostrando nuestra indignación, y nuestro apoyo a la familia.