Loreto Román. Periodista y escritora.
Vuelo por excelencia ya que sin motor, a base de grandes planos y por medio de térmicas, el velero se mantiene en vuelo realizando grandes recorridos, y permitiéndote disfrutar de el como es de forma natural, como lo realizan las aves, sin más combustible que mucho índice de planeo y el conocimiento de las condiciones meteorológicas que nos ayudarán a mantenernos en vuelo. Intenso mundo el del vuelo a vela.
En esta ocasión charlaremos con Irene Escorial Rico, que vuela en velero con el Club de Vuelo Clavileño, que opera en el aeródromo de la Mancha (LEMX) y en el aeródromo de Garray (LEGY) en Soria, dependiendo principalmente de la época del año. En el primero se vuela utilizando las térmicas producidas por el calentamiento de la superficie de la tierra por el sol(de la misma manera que ascienden girando las cigüeñas, buitres…), y en el segundo, ladera y onda de montaña gracias a la velocidad del viento y el efecto que tiene sobre este la orografía (si alguna vez nos fijamos en cómo una gaviota vuela sin esfuerzo sobre un acantilado).
El anterior artículo lo dediqué al vuelo en ultraligero, con motor, como aparece en la foto con Irene. Las dos compartimos esta afición. Ahora será vuelo en velero.
– Irene, ¿cómo identificamos un velero, qué lo diferencia del resto de las aeronaves?
Primero la ausencia de motor, seguido por unas grandes alas, largas y estrechas, además de un diseño aerodinámico, lo que hace que sean muy eficiente a la hora de volar, recorriendo mucha distancia, y perdiendo poca altura para hacerlo.
– ¿Qué técnicas se utilizan para poner el velero en vuelo desde la pista?
Existen varias maneras de hacer que un velero vuele, lanzarse desde una ladera, propulsarse con unos elásticos sandows, a modo de tirachinas, remolcarse con un coche, pero las dos más extendidas son remolque a torno o remolque por avioneta.
– Ya en vueloes cuestión de ir buscando térmicas y hacer vuelo de ladera. Imagino Irene que los que voláis en velero debéis de saber buscar esas térmicas. ¿Nos podrías explicar en qué os basáis para encontrarlas?
Principalmente en observar lo que te rodea, dependiendo del color de los campos, del tipo de superficie, el sol hace que el aire se caliente más o menos. No es lo mismo estar sobre árboles, un lago o un campo recién arado. Tampoco es igual el aire que rodea una montaña, si estamos en la cara expuesta al sol desde hace horas, eso ayudará a ascender, o en la que se encuentra a la sombra, todo lo contrario. Pero muchas veces lo que buscas son aves, que utilizan esas masas de aire para volar, y con el tiempo ellas también han aprendido que donde un velero está subiendo, lo pueden utilizar para su beneficio. Así que terminamos todos hermanados alrededor de una columna de aire.
Curiosa y bonita interpretación Irene, hermanados alrededor de una columna de aire, nada más y nada menos que el resto de las aves. Eso es lo que hace este tipo de vuelo tan especial, lo más parecido a volar de verdad.
– Cuéntanos, ¿qué tipo de instrumentación lleváis en cabina para este tipo de vuelo?
Realmente no hacen falta demasiados instrumentos, un vario bastante sensible, que indica si el avión asciendo o desciende y a qué velocidad lo hace, un altímetro, un indicador de velocidad, in indicador de viraje donde puedes ver si el avión vuela recto o cruzado al viento y una brújula. Lo puedes complicar todo lo que quieras con una radio, un GPS… pero siempre teniendo en cuenta que el espacio del que se dispone es muy limitado.
– ¿Cómo es el comportamiento del avión en vuelo, cómo es el mando?. Te lo pregunto Irene porque la sensación es de que son muy sensibles al mando.
Dependiendo del tipo de avión,como es lógico, las reacciones son más o menos nerviosas. Un biplaza de escuela será más perezoso que un mono-plaza de competición. Pero para un vuelo tranquilo no hace falta estar en una forma física excepcional, no es cuestión de fuerza, es la habilidad lo que cuenta para hacer que todo funcione y te mantengas en el aire.
– Este tipo de aeronaves imagino son construidas con materiales muy ligeros, entiendo que son fibras de vidrio y de carbono, ¿existe otro tipo de materiales?
Actualmente son construidos con materiales ligeros y resistentes como la fibra de vidrio, keblar o fibra de carbono, pero en los inicios fueron de madera, y posteriormente de aluminio. Continuamente están experimentando con nuevos compuestos y es aquí en este tipo de avión donde primero se aplican, por su menor costo y por ser un banco de pruebas ideal.
– He volado en dos ocasiones en velero, pero desconozco mucho todavía Irene, ¿existe una altura segura?, no sé si la sensación es la que te aporta el ultraligero, con motor, en el que la altura es siempre seguridad.
Efectivamente la altura es seguridad, por debajo de trescientos metros sobre el terreno es el momento de buscar un lugar donde aterrizar. Muchos de los pilotos que me animaron a comenzar me explican que en pocos minutos pasas de sentirte la persona más feliz del mundo a la más torpe, y de nuevo otra vez feliz. Todo depende de cómo hayas gestionado la altura y si has sido capaz de encontrar esa térmica que te ayude a subir.
– En ocasiones se han visto aterrizar veleros en terrenos, fuera de pista, ¿hay que perder el miedo a esa situación?
Es frecuente sobre todo en las competiciones, donde los pilotos apuran al máximo. Dependiendo del terreno puede ser más o menos complicado, pero la configuración de estos aviones con una sola rueda central ayuda a no tener demasiados problemas y son muy seguros. Es cierto que después de volar en veleros, hacerlo en un ultraligero o avioneta ayuda a mantener la calma y ver más alternativas en caso de parada de motor, sin necesidad de llegar a ser expertos. Es interesante que cualquier piloto complete su formación con algunas horas de vuelo a vela.
– La enseñanza debe ser muy completa, meteorología. .. ¿en qué materias se insiste más?
La meteorología como dices es importante, como identificar un rotor observando las nubes, o elegir la mejor hora del día para volar, pero en lo que insisten los instructores es en el momento del aterrizaje, a medida que el avión se acerca al suelo, la atención es máxima, pues son muchos los elementos que pueden influir y aquí no podemos hacer motor y a volar, como lo hacemos en el ultraligero. Y eso lo sabes bien Loreto.
– ¿Qué sensaciones te aporta que sólo lo consigas con el velero Irene?
Volar es relativamente sencillo, hacerlo bien no tanto. Ahí estamos la mayoría de aficionados, mejorar poco a poco y sentir que aprendes. Además no tengo intención de llegar a competición, es algo más íntimo, naturaleza, reto personal y recuerdos de infancia. De pequeña mi padre, que nunca pilotó, me llevaba algún que otro día de verano a Fuentemilanos, Segovia, a ver los aviones y creo que mucho tiene que ver en todo esto.
Seguro que sí Irene, todos los que volamos tenemos recuerdos que nos vinculan aún más a este peculiar y apasionado mundo del vuelo, en este caso vuelo a vela. Gracias Irene por haber compartido esta conversación tan interesante con nosotros. Nos veremos, seguro, la próxima vez en vuelo.