Roberto Centeno. Catedrático de Economía.
A pesar del rechazo al nombramiento de Luis de Guindos para Vicepresidente del BCE por el Parlamento europeo, y dentro del propio Banco Central por su falta de experiencia como banquero central y unas credenciales manifiestamente insuficientes, ha sido nombrado finalmente para el cargo con el apoyo de Alemania y Francia por razones esencialmente políticas y en agradecimiento de los enormes servicios prestados a las instituciones financieras de ambos países, que tan irresponsablemente financiaron la burbuja inmobiliaria en nuestro país.
Vaya por delante que el nombramiento de un español para este cargo, después que España haya desaparecido del mapa mundial por causa del indigente mental Zapatero y remachado después por la absoluta indiferencia de Rajoy, es una buena noticia para cualquier ciudadano de bien. Ha sido vergonzoso el espectáculo de nuestra izquierda sectaria y guerracivilista, liderando el rechazo hacia Guindos. Sin embargo y dicho esto, los españoles tienen derecho a saber como se gestó todo y lo que Guindos puede hacer o no hacer a favor de nuestra economía.
El actual Ministro alemán de Finanzas Peter Altmaier ha cumplido la promesa de su predecesor Wolfgang Schäuble en 2012 de que la siguiente Vicepresidencia del BCE sería para España. A mediados de dicho año, con una prima de riesgo que no paraba de crecer causada por la desastrosa gestión de la crisis por parte del indigente mental Rodríguez Zapatero, y la desconfianza que produjeron en el mercado las primeras medidas del Gobierno Rajoy – subidas de impuestos, creación del FLA para el mantener el despilfarro autonómico – España estaba al borde de la suspensión de pagos. Como reconoció Rato en su reciente comparecencia parlamentaria, la Sra. Merkel explicó a Rajoy que no era posible un rescate de España como habían hecho con Grecia, ya que la economía española es seis veces la griega y su rescate excedía con mucho las posibilidades de la Eurozona pero que el BCE (Draghi) prestaría todo el dinero necesario a los países que lo requiriesen.
Adicionalmente Schäuble ofreció un rescate para la banca de hasta 100.000 millones de euros para que España devolviera el dinero que las cajas alemanas y francesas habían prestado a las españolas, algo que ningún otro país haría. Los acreedores tuvieron que asumir enormes pérdidas ( hasta del total en Islandia). Rajoy aceptó y Schäuble se comprometió a cambio que la vicepresidencia del BCE en 2018 sería para España. Guindos mentiría a los españoles jurando por activa y por pasiva que “el rescate de la banca no costará un euro a los contribuyentes”, a día de hoy y según el Banco de España es coste del rescate para los ciudadanos ha sido de 77.000 millones de euros, cantidad que serviría hoy para reponer y aumentar la hucha de las pensiones y mantener las mismas caso diez años.
De estos 77.000 millones se han recuperado solo 4.139, pero habrá que añadir nuevas pérdidas de SAREB, de avales y hoy se ha sabido de una nueva pérdida del FROB de 8.000 millones de euros. En ningún otro país los contribuyentes han tenido que soportar tan gigantescas pérdidas. Y no esto solo, de tener el sistema financiero más competitivo de Europa, la destrucción de las Cajas de Ahorro ha llevado a que tengamos el sistema más monopolista de la UE, donde más del 30 % del beneficio de los bancos son la comisiones que cargan a los clientes, las mayores de Europa con diferencia. Este es el coste del sillón de Guindos en el BCE que nadie ha explicado a los ciudadanos, y además para nada, ya que el puesto de Vicepresidente es de pura representación y no tiene capacidad de decisión alguna sobre la política monetaria. Será el nuevo presidente del BCE Jens Weidmann actual presidente del Bundesbank quien tendrá como Draghi y antes Trichet, todo el poder de decisión.
Pero eso si, personalmente a Guindos le ha venido Dios a ver. Y no solo por el fabuloso sueldo y las increíbles prebendas de su cargo, es que además después de haber endeudado a España en solo 6 años en 630.000 millones de euros la mayor cifra en términos de PIB de toda la Historia de España incluidas las quiebras de los Austrias en los siglos XVI y XVII, o las guerras carlistas, algo que será la ruina de las generaciones futuras durante los próximos 50 años, ahora se quita de en medio cuando está a punto de producirse una tormenta perfecta, o como diría Mafalda, “el empezóse del acabose”.
Tormenta perfecta por la coincidencia entre las demandas de equiparación salarial de los funcionarios del Estado con los autonómicos, encabezados por la Policía Nacional y la Guardia Civil, las manifestaciones que cada día serán mayores de los jubilados ante la pérdida continua de su poder de compra, y ante el cese de la compra de deuda este año, algo que hará casi imposible colocar los 230.000 millones de deuda (entre vencimientos y deuda nueva) que tiene que colocar el gobierno, y ante una subida segura de tipos de interés en 2019, donde cada punto de incremento supone 15.800 millones de euros en intereses. Y mientras tanto España sin Presupuesto y sin Gobierno desde hace 16 meses. Y es que mientras que la antigua Roma no pagaba a los traidores, pero la nueva Roma europea (Alemania) no solo paga a los traidores a su Patria, es que además les paga espléndidamente.