Javier de la Calle.
El empresario Florentino Gutiérrez Jiménez ha desatado una auténtica tormenta con su dimisión irrevocable de la Junta Directiva de UNELE, la patronal de Leganés, adscrita a CEIM, y señala a Augusto Fuentes Gazola como un presidente cacique que «ha actuado con absoluta opacidad«. No hay auditoría de las cuentas ni se presentan públicamente los Presupuestos.
Además se ha entrado en el terreno de la presunta corrupción y Augusto Fuentes está obligado a dar explicaciones y el Ayuntamiento a exigírselas. Florentino Gutiérrez Jiménez pasó a ser marginado desde que en la Junta del 18 de septiembre de 2.017 pidió explicaciones sobre la forma en que se iba a gastar una suculenta subvención del Ayuntamiento de 200.000 euros, concedida a través de un pacto oscuro del PSOE y el PP para alimentar sus redes clientelares. Augusto Fuentes «no quería ni testigos ni ojos ni oídos incómodos«.
«Pasó una serie de facturas muy dudosas para que fueran abonadas por el Consistorio«, en las que «se incluían servicios que no se habían prestado y con un concepto exagerado para el que se establecía en la factura«. En concreto por el evento People & Business, celebrado el 31 de octubre en el Auditorio de la Universidad Carlos III se ha pasado una factura por la desorbitada cantidad de 55.000 euros. Una situación que recuerda al caso Nòos de Iñaki Urdangarín.
En declaraciones a Rambla Libre, Florentino Gutiérrez Jiménez afirma que «todo es muy irregular» y que Augusto Fuentes «hace y deshace a su antojo«.