Luis Bru.
Parece una historia propia de Franz Kafka. El empresario Rafael Martínez, que afirma estar actualmente «arruinado«, adquiere el 75% de las acciones del Hotel Marqués de la Ensenada, de cinco estrellas, en el casco urbano de Valladolid. Reduce la deuda heredada de la Seguridad Social a la mitad y paga todos los impuestos debidos. Una enfermedad de su esposa le lleva a vender, el 8 de agosto de 2.016, el Hotel a los hermanos Navarro. La venta se firma ante notario y en la escritura se reflejan los pagarés, a los que los compradores no harán frente. «Me deben 50.000 euros«, dice Rafael Martínez, que ha sido objeto de un auténtico linchamiento mediático en Valladolid, con la CGT y Podemos ensañándose.
Los hermanos Navarro montan una presunta estafa, similar a la que presuntamente han perpetrado en el Hotel La Mota, de Medina del Campo. A fin de poder cobrar lo que le deben, los citados le proponen a Rafael Martínez que monte una sociedad y dé de alta a tres trabajadoras de la limpieza, y que así vaya cobrando. Pero tampoco le pagan.
El 2 de enero de 2.017, de manera sorpresiva los nuevos propietarios levantan el vuelo y cierran el hotel. Entonces se desencadenan denuncias y querellas que no se dirigen contra los hermanos Navarro sino contra Rafael Martínez, quien, además de estafado, se encuentra sometido a una auténtica persecución judicial. «Voy a presentar una querella contra los trabajadores que han mentido. Ellos saben que los hermanos Navarro vivían en el Hotel y eran los propietarios. ¿Por qué los medios de comunicación protegen a los hermanos Navarro?», se pregunta Rafael Martínez.