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La mujer en el paraíso musulmán

Redacción




Mujeres musulmanas, refugiadas sirias en Jordania.

Yolanda Couceiro Morin.

Según el Profeta, cada creyente varón que entra en el Paraíso tiene derecho al goce y disfrute de 72 huríes de grandes ojos, que permanecerán eternamente vírgenes. Pero ¿Qué espera a la devota musulmana en el más allá? ¿Qué sucede si muere soltera? ¿Cuál será la tesitura teológica de la viuda que alcanza el Paraíso pero cuyo marido, debido a sus malas acciones, es lanzado al Infierno?

El prestigioso jurisconsulto Sheij Muhammed Salih Al-Munajjid, afirma basándose en sólidos argumentos que “las mujeres no deben entregarse a ilusos pensamientos”, porque podrían llegar a desear  lo que Alá sólo ha concedido al varonil muslim. Y en apoyo de su aseveración alude a  la sura 4, aleya 32, del Noble Corán.

 “No codiciéis lo que Allah ha concedido a unos más que a otros. Tanto los hombres como las mujeres recibirán su merecido. Pedid a Allah que os conceda Su favor. Allah es conocedor de todas las cosas.”

Es más, si la voluntad de Alá fue la desigualdad entre hombre y mujer en vida, igualmente debe existir una diferencia de trato post-mortem:

 “Los hombres tienen autoridad sobre las mujeres en virtud de la preferencia que Alá ha dado a unos sobre otros… ¡Amonestad a aquéllas de quienes temáis que se rebelen, dejadlas solas en el lecho, pegadles. Si os obedecen, no os metáis con ellas. Alá es excelso, grande” Corán, 4-34.

Ahora bien, ¿ qué suerte depara Alá a la mujer virtuosa que muere soltera o a la beatífica viuda que tiene un marido en el Infierno? La respuesta a tan interesante cuestión teológica la ofrece el  conocido intelectual Maymu’ Fataawa al-Sheij Ibn ‘Uzaymin:

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“Si el esposo de una mujer entra al Paraíso con ella, entonces, allí también será su esposo, pero si él es parte del Infierno, o si la mujer no se casó en este mundo, entonces se casará con un hombre que pertenezca al Paraíso”.

Por lo tanto, como se puede deducir fácilmente de los textos coránicos y de la más consolidada doctrina islámica, la mujer musulmana en el más allá sólo tendrá derecho al eterno coito con quien fue su cónyuge, sin que pueda tener acceso «carnal»  con 72 efebos de grandes ojazos expertos en las artes amatorias.

 “Y les daremos  por esposas a huríes de grandes ojos… Y para servirles  circularán a su alrededor efebos a su servicio semejantes a perlas ocultas” Corán, 52- 20-24.