Roberto Centeno. Catedrático de Economía.
Desde el lunes 11 de diciembre dos de los mayores mercados de cambios mundiales han comenzado a comercializar opciones y futuros de bitcoins, esto supone darle una dosis de legitimidad formidable, y como consecuencia el precio de estos ha pasado de 11.000 a 20.000 $ en solo una semana, es decir, su precio se ha multiplicado por dos. Una minucia comparada con lo ocurrido desde el uno de enero 2017 cuando cotizaba a 1.000 $, y que por lo tanto se ha multiplicado por 20.
Bancos y empresas financieras ven ahora unas enormes posibilidades en la tecnología en la que se basa el bitcoin, algo que puede acabar revolucionando los medios de pago mas aún de lo que lo cambió el paso del dinero físico al dinero bancario.
Para empezar a entender el bitcoin, algo de lo que ya hablan hasta las abuelas sin saber lo que es, lo primero es afirmar lo obvio, es un medio de pago que sirve como cualquier otro para comprar y vender cosas y para cancelar deudas. Sin embargo el bitcoin no es una moneda. Tampoco es un trozo de papel ni nada físico que te puedas meter en el bolsillo. No es tampoco dinero bancario, es decir, un apunte contable en un banco que te permita pagar con tarjetas de crédito, transferencias o cheques. No tiene nada detrás que lo respalde. No esta sometido a regulación bancaria o gubernamental alguna. Es un código de computadora que existe en internet en una cosa llamada “blockchain” o cadena de bloques, un registro certero y verificable que permite realizar transacciones seguras entre personas en todo el mundo sin necesidad de intermediarios. Es un sistema que verifica quienes somos como un DNI o un certificado digital, algo esencial cuando se trata de transferir dinero con seguridad. Es un libro de registro, ledger en inglés, de las transacciones.
Esto significa anonimato, y esta ha sido hasta ahora la clave de su éxito. En un mundo en que desaparecen los paraísos fiscales, un medio de pago que puede realizar operaciones sin posibilidad ( de momento) alguna de ser rastreadas por las autoridades, era el medio ideal para que el crimen organizado y las actividades ilegales movieran ingentes cantidades de dinero sin riesgo. A día de hoy solo 1000 participantes, llamados nodos y que no son otro cosa que un ordenador, son responsables del 40% de las transacciones. Pero poco a poco miles y miles de tiendas en el mundo aceptan bitcoins como medio de pago.
Para comprar bitcoins se necesita una aplicación denominada “digital wallet” y desde ella comprar, vender o almacenar bitcoins. Pero el bitcoin tiene algunos problemas obvios, y la volatilidad de su precio es probablemente el mayor. Los participantes en la industria de futuros, incluyendo los grandes bancos mundiales, han advertido por activa y por pasiva los riesgos del sistema que puede fácilmente llevar a un colapso de los precios. Mañana puede el valor del bitcoin llegar a 30.000$, y una semana después caer de nuevo a 1.000 $. Además los wallets, como todo en internet pueden se hackeados y robados, ¿ y a quien vas a denunciar el robo si como mínimo eres un delincuente fiscal?. El presidente de JPMorgan y el multimillonario inversor Warren Buffet le han llamado ambos “fraude y milagro”, Dimon afirmó el pasado viernes 8 en la CNBC, que estaba abierto a emplear bitcoins en el momento en que esta estuviera adecuadamente regulada y controlada.
De momento solo existen 21 millones de bitcoins y su demanda no deja de crecer, lo que explica lo explosivo del incremento de su precio. La opinión mas generalizada es que su precio puede llegar a 100.000$ hasta de que se hunda y pase a valer nada. “Es realmente sorprendente lo increíblemente imbécil que puede ser la gente” afirmaba ayer un afamado analista económico en la CNBC. Algo muy común por otra parte, el 21-D los catalanes votarán suicidarse económicamente y lo que es peor cuando los españoles podamos votar lo haremos de nuevo a los partidos del consenso del 78 que han llevado la nación a la ruina. Servidor de momento, más por estar informado de primera mano que por otra cosa, va a comprar 10.000$ en futuros de bitcoins en la Bolsa de Chicago, apostando lógicamente por el hundimiento del valor del mismo.