Miguel Sempere.
Es la noticia más importante, pero no se le da relevancia. Es la que tiene más proyección de futuro, pero a la que a nadie le interesa destacar y, sin embargo, muestra que Cataluña está perdiendo su identidad para sumirse en la ceremonia de la confusión del multiculturalismo y en los riesgos de la islamización, que tuvieron su manifestación sangrienta en la masacre de Las Ramblas y Salou.
No es la Cataluña católica, de las referencias históricas nacionalistas como Rafael Casanova, Pau Claris o Enric Prat de la Riba, ni la Cataluña española de Jaime I, Agustina de Aragón y Juan Prim. Es una nueva Cataluña sin narrativa común, desvertebrada e informe la que está creciendo sin que ni los medios de comunicación ni los políticos, dedicados a discutir sobre el trozo de tarta que depredan, le presten atención, porque no les interesa, porque no quieren que la población se inquiete. Una Cataluña de comunidades yuxtapuestas, incomunicadas, sin tradición común, abocada a conflictos futuros de virulencia previsible.
La escuela Parellada de Sant Boi de Llobregat ha decidido suspender la tradicional visita de los Reyes Magos a los alumnos de primaria, según ha informado el centro a través de un email remitido a las familias. «Este año de manera excepcional se cambiará la actividad de los Reyes por otra actividad conjunta escolar. Hasta ahora no se había informado a las familias porque estábamos acabando de dialogar con el equipo docente«, asegura el correo de la dirección del colegio.
La dirección no concreta en qué consistiría esa otra actividad indefinible que pretende crear una nueva tradición desde la nada, para no ofender a los niños musulmanes. Curiosa forma de imponer un criterio y demoler la tradición cristiana. El colegio decidió recientemente eliminar de sus menús la carne de cerdo, que pasa a ser de esa manera un animal «impuro» para todos los alumnos. Esto es no es Bruselas, esto es Rabat o Riad. El estado islámico light en Sant Boi de Llobregat, que habrá de dejarse de llamar Sant Boi.
La decisión de la dirección ha provocado la queja de algunos padres que debatirán la cuestión en el AMPA. La secretaría de la escuela ha asegurado que «la intención de suprimir la actividad de los Reyes no responder a motivos religiosos». Entonces, ¿a qué obedece? La dirección de la escuela no preguntó tampoco a los niños y a sus padres si abominaban de la carne de cerdo. Las familias han advertido que si finalmente se suspende la visita de los Reyes «no llevarán a los niños a la escuela el 22 de diciembre». La islamización de Cataluña avanza con el silencio cómplice de laicistas acomplejados y cristófobos.