Enrique de Diego.
Es impresentable, Manuela Carmena, que no reclame de inmediato la dimisión de los concejales Carlos Sánchez Mato y Celia Mayer, investigados-imputados, como ha confirmado la Audiencia Provincial de Madrid y acusados de prevaricación, malversación y delito societario. El 28 de junio, usted declaró que «Mato y Mayer no están imputados, cuando hay una imputación se debe dimitir«. En su condición de exjueza, usted utilizó su supuesta autoridad moral para descalificar como ignorantes en materia jurídica a quienes pedían la dimisión. Y ha resultado que la ignorante proteica es usted, que tiene más cara que espalda.
Mire, ustedes, los de Podemos, y nos vamos a dejar de tanta marca blanca para colocar a los amiguetes, han establecido unos criterios para los demás que ustedes no cumplen, con lo que a la evidencia palmaria de que son más de lo mismo, se une la hipocresía.
Cuenta la fábula, que se soltó un faisán en un gallinero, provocando la admiración por su plumaje y elegancia, hasta que llegó el momento del alpiste y el faisán se lanzó con la misma voracidad de todos. Y es lo que ha sucedido con Podemos. Ustedes exigen que los demás dimitan, casi siempre con razón, pero ustedes no dan ejemplo; en Podemos no dimite nadie. Son ustedes casta igual que los demás. Peor, en cuanto han engañado a todos para luego practicar una doble moral.
Ustedes tienen un cacao mental de mucho cuidado, para al final estar a lo que todos: a cobrar a fin de mes, a seguir con los privilegios, a tener las posaderas pegadas en la poltrona y a engañar al pueblo español con una superioridad ética verborrágica que los hechos han desmentido por completo.
La hipocresía podemita; su hipocresía, señora Carmena, es estomagante.