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La Conferencia Episcopal sopesa desprenderse de 13 TV

Redacción




Luis Bru.

Un sector de la Conferencia Episcopal, liderado por el cardenal y arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares es partidario de vender 13 TV. No es un instrumento de evangelización, no da más que pérdidas. También el episcopado catalán es favorable a desprenderse de la cadena, evitando el desgaste de su imagen política, que no ha cambiado aunque se haya hecho desparecer de la programación «La marimorena» de Carlos Cuesta y se haya intentado que «El Cascabel» de Antonio Jiménez trate más temas de interés humano, que casi siempre son sucesos. El programa sigue teniendo un evidente sesgo hacia las tesis y los argumentarios de Génova y Moncloa. La imagen de 13 TV no se cambia con rediseño del logo.

La Conferencia Episcopal ha perdido 69 millones de euros, que han salido íntegros de la crucecita. Una cifra que podría haberse dedicado a muchas otras cuestiones, sin soslayar una mejora de las retribuciones de los clérigos. Un grupo de empresarios católicos estarían dispuestos a asumir la responsabilidad accionarial de 13 TV «si se limpia antes«.

Patricia Betancort y Ricardo Altable, en «Detrás de la verdad».

Y es lo que está sucediendo. El plan de viabilidad de Fernando Giménez Barriocanal y el presidente de 13 TV, Julián Arévalo es el clásico de reducir plantilla para vender. En diciembre, momento en el que se renovarán los contratos que vencen, 13 TV habrá reducido en el 80% su plantilla. Ha reducido su programación propia con la citada desaparición de «La Marimorena«, «Hoy es noticia«, de Nieves Herrero y ahora se suma el cerrojazo a «Detrás de la verdad» de Patricia Betancort y Ricardo Altable, tras la polémica por la emisión de imágenes de la presunta violación llevada a cabo por La Manada en San Fermín, pero que suena a excusa, dentro de un plan más amplio.

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