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Intolerable intromisión de Bélgica en los asuntos internos de España

Redacción




Jan Jambon, ministro del Interior belga. /Foto: lavanguardia.com.

Virginia Montes.

Bélgica es un Estado artificial, surcado de problemas entre las comunidades francófonas y belgas, que se ha convertido en el centro de exportación de terroristas islámicos a Francia. Es un Estado absurdo que vive de la parasitaria burocracia europea, que cobra sus elevados sueldos libres de impuestos y que nada en la corrupción irrestricta, sin ningún control.

Bélgica es una falsa nación de comunidades yuxtapuestas que resulta risible, con garantismos tan curiosos y estúpidos como que no se puede detener por la noche, para que los asesinos puedan dormir tranquilos a pierna suelta. Esa Bélgica, con una monarquía decadente, está desarrollando una intolerable intromisión en los asuntos internos de España, que el Gobierno de la nación está dejando pasar de manera impune, sin romper relaciones diplomáticas o llamar a consultar al embajador.

Es una intromisión premeditada, que empezó con declaraciones del propio primer ministro, un personaje patético, Charles Michel con críticas a la actuación policial el 1 de octubre, siguió con declaraciones de miembros del Gobierno abriendo un falso debate sobre la concesión de asilo político, pero la gota que desborda el vaso son las declaraciones del ministro del Interior, Jan Jambon, en una entrevista en la belga VTM, en las que ha afirmado que el Gobierno de España “ha ido demasiado lejos” en la respuesta a la secesión. “Existe la ley española, pero también el Derecho Internacional, la Convención Europea de Derechos Humanos y otras cosas. Y todo esto está por encima de la ley de un Estado miembro”.

Jambon, nacionalista flamenco y miembro del separatista N-VA –una de las tres fuerzas flamencas que aguanta en el poder al actual primer ministro, Charles Michel– pidió a la comunidad internacional que vigile a España para asegurar que Puigdemont recibe un trato legal justo desde Madrid. “Solo estoy cuestionando cómo un estado miembro de la UE puede llegar tan lejos, y me pregunto dónde está Europa para tener una opinión al respecto”, lanzó. En este sentido, cuestiona el papel de las instituciones europeas, preguntándose qué espera Europa para pronunciarse. “Esto sucede en un estado europeo y noto que hay silencio por todos lados. Me pregunto a qué está esperando Europa. Si hubiera ocurrido lo mismo en Polonia o Hungría, creo que habría otras reacciones”.

“Cuando la Policía golpea a las personas, cabe preguntarse cosas. Cuando el Estado español encierra a dos líderes de opinión, tengo preguntas. Y ahora el Gobierno español actuará en el lugar de un gobierno elegido democráticamente, cuyos miembros están encarcelados… ¿Qué han hecho mal? Simplemente aplican el mandato que recibieron de sus electores. Entonces, me estoy haciendo preguntas”.

El vicepresidente del Partido Popular Europeo y líder del PP en la Eurocámara, Esteban González Pons, ha criticado las palabras de Jambon, tachándolas de “irresponsables y peligrosas”. Poca cosa para el agravio de un país de tercera.