Luis Bru.
Se cumple un año del brutal abandono por parte de Pedro J Ramírez de la diseñadora Agatha Ruiz de la Prada -treinta años de convivencia, «me trajo el desayuno a la cama»- y puede decirse que el otrora periodista influyente va con la Cruz (Sánchez de Lara) a cuestas. Una mirada a Google (las informaciones de Rambla Libre en lugar destacado) y Pedro J ha dejado de ser alguien conocido por sus opiniones sobre la actualidad nacional; sólo es un personaje que interesa por sus infidelidades y su nuevo matrimonio. Porque, según fuentes solventes, la relación entre Pedro J Ramírez y la ambiciosa y polémica abogada Cruz Sánchez de Lara, con casos fallidos por denuncias falsas, empezó siete meses antes de que esa mañana aciaga en que Pedro J Ramírez quemó sus naves y sus últimos restos de credibilidad tras esa escena de sainete cutre llevando el desayuno a la cama a la agraviada, que le salvó de la quema cuando el vídeo cutre porno con Exuperancia Rapú.
Es notorio que Pedro J se ha hundido. Preguntado sobre la intervención de Agatha Ruiz de la Prada en El Hormiguero, que está demostrando ser una maestra en medir los tiempos y en el fuego lento, Pedro J Ramírez trató de tartamudear una respuesta pero sobre Carles Puigdemont, que a nadie interesó. Pedro J ha quedado atado y bien atado, para los restos, a Agatha Ruiz de la Prada, que es mucha Ágatha, a la que no le duelen prendas en reconocerse «rencorosilla«, y a la que Cruz Sánchez de Lara no le llega a la suela de los zapatos por mucho maquillaje que se ponga en su curriculum de socialista de Zapatero y Bibiana Aído, la peor etapa del socialismo patrio, directora jurídica de la Federación de Mujeres Progresistas, un chiringuito de Ferraz para lucrarse del hembrismo, hipersubvencionado, donde hay mucha tela que cortar. Cruz Sánchez de Lara es el talón de Aquiles de un Pedro J en decadencia galopante.
Porque esto no ha hecho más que empezar. Según fuentes cercanas a Ágatha Ruiz de la Prada, la diseñadora va hacia la guerra y ya ha marcado el objetivo: Cruz Sánchez de Lara. “Estoy convencida de que ella le dijo que nos teníamos que separar”, ha declarado Ágatha, situando a la abogada como la entrometida en su matrimonio, bien reciente, lo que muestra una inestabilidad sentimental de Pedro J mayúscula, como si viviera en una alucinación de narices.
«Agatha Ruiz de la Prada no va a perdonar a Cruz Sánchez de Lara lo que la ha hecho y Cruz tiene demasiados muertos en el armario, desde Villanueva de la Serena hasta su intromisión en la redacción del digital de Pedro J», apuntan personas cercanas a la diseñadora. «Cruz va a tener que estarse calladita y Ágatha va a dominar la escena«, vaticinan. «Pedro J va a pagar muy cara la afrenta«.
Toda la verdad sobre la novia de Pedro J: “Cruz Sánchez de Lara es una destroza familias”