Luis Bru.
Ya está bien de tomaduras de pelo, del todo vale de los titiriteros y los charlatanes. Ya está bien de que los enemigos de España salgan en las televisiones nacionales o hagan negocio con la televisión pública, con el dinero de los contribuyentes.
Un caso extremo, desde luego, es el de Karmele Marchante. Esta nulidad, dentro de su línea de apoyo al separatismo, saludó a la rebelión con el mensaje «bon dia republica«. Telecinco mantiene a una enemiga de España en nómina. Tiene una licencia estatal, que le debería ser quitada. Y los espectadores bien harían en dejar de ver esa cadena mientras mantenga a tamaño personaje.
Aún más grave es el de Josep María Mainat, propietario de la productora de «Operación Triunfo», formato contratado por TVE, que debe inmediatamente rescindir ese contrato o dejar de llamarse española o dejar de vivir parasitariamente del contribuyente.
También el acto Juan José Puigcorbé, adicto a Esquerra Republicana, y enemigo de España, espetó en su twitter un sedicioso: «Visca la republicana catalana«. Cualquier teleserie, obra de teatro o película en la que participe será, sin duda, boicoteada por los patriotas.