Enrique de Diego.
Todo fue mentira el 1 O, empezando por los heridos. Sólo hubo 4 heridos, el más grave un hombre que sufrió un infarto cuando una persona la cayó encima; otra que afirma haber recibido una pelota de goma en el ojo, pero de la que no se ha ofrecido imagen alguna. Nunca se rompieron los dedos, uno a uno, de la concejal de Esquerra Republicana, Marta Torrecillas, que bien merece encabezar la lista de los bulos histriónicos y patéticos. Nunca hubo «agresiones sexuales», infundio levantado histéricamente por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Esa inmensa capacidad de mentir del separatismo, y de la Generalitat, inhabilita al catalanismo sedicioso para los restos. La prensa internacional empieza a ajustar cuentas abochornada ante la falsificación padecida.
El separatismo se hundió en el cenagal de la mendacidad santificada, de la mentira heroica
Marta Torrecillas ha eliminado su vídeo, pero el lector puede ver el que describe su completa falsedad: la mano vendada -otra presunta falsificación- nunca fue tocada por el policía; la concejala de Esquerra Unida habla, inmediatamente después, por el móvil con plena movilidad de sus manos. Marta Torrecillas quiso mentir. Era la consigna. Una mentira heroica en la que ha participado la Consejería de Salud que impartió órdenes los días anteriores y las repitió el mismo día 1 de octubre, el día de la infamia del separatismo catalán; la jornada en la que se hundió en el cenagal de la mendacidad santificada y que interpela, en términos de inhabilitación, a todo el sistema de salud catalán, al conjunto de la profesión médica, al total de los medios de comunicación y a la santa ideología en sí, que mostró todo su podredumbre totalitaria.
En el twitter oficial de la Consejería de Salud se afirmó: «Continúan dos personas hospitalizadas por las cargas de los cuerpos policiales del Estado que provocaron 893 heridos«. ¿Cómo se llegó a esa descomunal farsa que lleva a la CUP a decir que es preciso declarar la independencia porque «se lo debemos a los heridos» o a que Carles Puigdemont hable igualmente de esos míticos e inexistentes heridos? ¡Dos heridos! Lo que hizo la Consejería de Salud fue dar la orden verbal de que mediante un código se incluyeran como «heridos» a todos los «atendidos«, incluyendo a los que sufrieron algún tipo de crisis de ansiedad, sumando a los que estaban en su casa viendo la televisión.
Las «agresiones sexuales» inventadas por Ada Colau
A las 14,36 del día de la infamia separatista, cuando todo está culminado, esa Consejería da oficialmente la cifra de 36 heridos. Es por la noche cuando la mentira heroica eleva esa cifra hasta 893, con consignas y la connivencia del personal sanitario. El juez Francisco Miralles que investiga esa jornada ha recibido 130 denuncias con partes médicos; una cantidad bastante inferior a los 302 contabilizados por la Consejería de Salud. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau ha abierto incluso una oficina en el Ayuntamiento para que se denuncie y ha prometido personarse. Luego, no ha ofrecido balances ni información fidedigna. Ada Colau fue una de las voces más manipuladoras en el día de la infamia. Aseveró que había habido «agresiones sexuales«: una indeterminada en La Barceloneta y otra concreta: ¡a Marta Torrecillas en el Colegio Pau Claris de l’Eixample! Pero lo de que le tocaran las tetas fue una mera fantasía erótica que precisaría algunas jornadas en el diván de un buen psiquiatra. No hubo ninguna orgía. Un invento más en la colosal manipulación.
Con estos mimbres de falsificación irrestricta, actúa el coro de los mentirosos. #Somdefensores, que agrupa a Irídia, Novact. Institut de Drets Humans de Catalunya, Lafede.cat, Grup Periodistes Ramon Barnils, habla de «alta potencialidad lesiva» y «métodos de tortura y tratos inhumanos y degradantes». ¡Con dos heridos! Human Rigths Watch no se queda atrás: «utilizaron la fuerza de manera excesiva«. ¡Con dos heridos!
Se puede y se debe poner en duda la profesionalidad de los médicos del sistema separatista de salud
El presidente del Consejo de Colegios Médicos de Cataluña, Josep Vilaplana considera que «no se puede poner en duda la profesionalidad e independencia de los médicos a la hora de certificar los heridos el día del referéndum». No sólo se puede, sino que se debe, entra dentro de lo obvio. Los médicos del sistema de salud separatista avalaron la mentira heroica tal y como eran los deseos y las órdenes de sus jefes. El conseller de Salud, Toni Comín en plena euforia falsificadora afirmó que los heridos eran más de mil. ¡Y sólo 4 hospitalizados, de los cuales dos son dados de alta a las pocas horas! Según Vilaplana, «los médicos catalanes certificaron lo que vieron«. Certificaron lo que quisieron ver y lo que sus jefes políticos querían que vieran. La mentira heroica fue colectiva, según un guión preestablecido: pacifistas agredidos por fuerzas de ocupación. No hubo ningún dedo roto: ¡Marta Torrecillas relató que le fueron rompiendo uno a uno, los cinco, con lentitud y sadismo, cuando sale corriendo ilesa! ¡Y fue la heroína de la jornada! Su vídeo denuncia mereció honores destacados en el digital de La Vanguardia, otrora un periódico serio y una marca de prestigio.
https://youtu.be/4pKd2HEoCjU
Imágenes de años anteriores correspondientes a actuaciones policiales de los mossos
En esa mentira heroica que inhabilita al catalanismo sedicioso para los restos se ofrecieron como pruebas fehacientes de la brutalidad de la Policía Nacional y la Guardia Civil ¡imágenes correspondientes a actuaciones anteriores de los mossos! Le Monde ha advertido, con manifiesta indignación, de las «imágenes engañosas» aventadas en el día de la infamia cuando el separatismo se consideró legitimado para propalar la mentira heroica. Imágenes difundidas como del 1 O que, en realidad, correspondían al 14 de noviembre de 2012, a una manifestación contra la austeridad en Tarragona en las que los manifestantes son reprimidos por los mossos.
Otra de «valientes bomberos» supuestamente enfrentándose a la Guardia Civil, que corresponden a mayo de 2013, a una manifestación en Barcelona reprimida por los mossos.
El eurodiputado de PdeCat, Ramón Tremosa utilizó una foto de protestas del 11 de septiembgre de 2016 en Chile. Josep María Mainat, de La Trinca, puso en una foto una estelada que nunca estuvo allí.
El exdirector del diario británico The Guardian, Peter Preston ha lamentado que los medios de comunicación catalanes divulgaran «noticias falsas» sobre los heridos durante el referéndum ilegal. «La falta de comprobación de las fotografías de los que supuestamente van a resultar heridos en las movilizaciones independentistas no hacen ningún favor al periodismo«, asegura Preston. Imágenes de heridos sangrando que se hicieron «virales» eran «material antiguo de huelga de cinco años antes. La mujer que tenía todos los dedos rotos. No los tenía. ¿Aquél niño de seis años paralizado por la brutalidad policial? Eso no pasó nunca. ¿Heridos graves aquel día? Sólo dos».
Nunca tantos mintieron tanto
Para el ex director de The Guardian, entre los años 1975 y 1995, «con tantas noticias falsas surgiendo aparentemente de cada poro de los medios de comunicación, hubiera sido deseable una poca más de diligencia en contrastar las cifras y las imágenes del referéndum».
El separatismo se inventó una realidad virtual y la impuso. La «causa» justificaba la impostura y la mentira heroica, de forma que fue una conjura universal en la que participaron médicos, personal sanitario, separatistas con ansiedad, concejalas imaginativas aquejadas de extrañas represiones, medios de comunicación catalanes sin ninguna excepción honrosa, todo el entramado institucional de la Generalitat, los tres partidos sediciosos. El separatismo actuó como el movimiento totalitario que es obedeciendo a una ley relativista que considera superior. Un chapoteo histérico en un lodazal de falsificaciones conscientes -con un guión establecido con anterioridad- que conlleva una sangría completa de credibilidad que no admite transfusiones. Fue un día de infamia colectiva que exige una depuración de responsabilidades.
Nunca tantos mintieron tanto.
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