Luis Bru.
Sociedad Civil Catalana, convocante de la manifestación patriótica en Barcelona, da la cifra de 930.000 asistentes. Ha sido ciertamente espectacular; una lección de convivencia, civismo y patriotismo, reivindicando el seny.
Para Mario Vargas Llosa, uno de los oradores finales, «la pasión puede ser peligrosa cuando la mueve el fanatismo y el racismo. La peor de todas es la pasión nacionalista. Se necesita más que una conjura golpista para acabar con lo que se ha construido en 500 años de historia. Aquí estamos ciudadanos pacíficos que creemos en la coexistencia y en la libertad. Vamos a demostrarles a esos independentistas minoritarios que España es un país moderno».
Para Josep Borrell, expresidente del Parlamento europeo, «tenemos que defender el pluralismo político, porque no es reconocido. Cuando una presidenta del Parlament se atreve a decir que quienes votan a determinados partidos políticos no son catalanes es que nos han quitado el conocimiento. Estamos viviendo momentos dramáticos. Hace falta hacer un llamamiento a la serenidad y a la razón».
Josep Borrell ha abogado por hacer un control democrático de los medios de comunicación públicos, que son «una vergüenza democrática».
«Si estáis aquí y si habéis venido tantos es para decirle al mundo que los que no pensamos como los nacionalistas somos tan ciudadanos de Catalunya como ellos».
Por su parte, Salvador Illa, secretario de organización del PSC, ha mostrado su confianza en que Carles Puigdemont no proclame la DUI en el pleno del Parlament previsto para el martes. En cambio le ha reclamado que convoque elecciones autonómicas para que los catalanes elijan «entre la independencia, que divide a Cataluña en dos mitades, o un nuevo acuerdo entre Cataluña y España».