Pablo Barrón. Delegado de Rambla Libre en Galicia.
Sigo perplejo siguiendo la actualidad de la que es mi segunda casa, Cataluña. Sigo convencido de que todo esto se podía haber evitado. Sin duda, con Aznar no pasaría…
Mi presidente sigue mudo ( me cuentan desde dentro que esta vez noqueado ), sus socios PSOE y Ciudadanos le dan el apoyo pero le piden soluciones, y por primera vez su grupo de incondicionales empiezan ya a exigírselo también.
Tres y solo tres son las soluciones:
- Ley de Seguridad Nacional,
- Artículo 155: suspensión de la Autonomía de Cataluña. En 5 días estaría suspendida.
- Artículo 116. Decretar el estado de Sitio.
Ya no hay otra cosa que hacer. Los separatistas vencieron el primer asalto, votaron y contaron lo que quisieron, y mi presidente dijo que «no había sucedido nada, no había habido votación». El separatismo ganó el primer asalto.
Por otro lado, lo que sí sabemos es lo que va ha hacer el separatismo, proclamar la independencia de Cataluña, en esta misma semana ( un amigo separatista me cuenta que lo sera el día 6, el mismo en el que lo proclamó Luis Companys, que por cierto todos sabemos donde terminó). Puigdemont está exultante, ya no hay ninguna duda que llegaáa al final, lejos de amilanarse, amenaza humilla y quiere que la Policía abandone Cataluña. Se ha permitido que expulsen a los policías de los Hoteles.
En el momento de cerrar estas líneas, tenemos a la Policía, en la puerta del Congreso protestando.
Y en los pasillos, ahora se está quemando a Zoido, aunque la responsabilidad directa sería de Vicepresidencia.
Mi presidente callado, su gente con cara de preocupación, los policías enfadados y Puigdemont avanzando.
Ahora la porra interna está en saber cual solución se aporta y lo más importante. Será en las próximas horas o se esperará a que comience la declaración de independencia.