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Carta abierta al sedicioso Carles Puigdemont: Tú eres el culpable

Redacción




Carles Puigdemont, líder de los golpistas, cabeza de la rebelión. /Foto: elplural.com.

Enrique de Diego.

Declina el día 20 de septiembre de 2017 y no has sido detenido, Carles Puigdemont, como debía haber sucedido, pues eres culpable de sedición y rebelión, delitos tipificados en el Código Penal, puesto que te pavoneas, te ufanas y te chuleas de ser un delincuente de esos que provocan grandes tragedias, mientras se revisten, como un manipulador, de las más bellas palabras. Hoy -ya es noche cerrada- el primer detenido debías haber sido tú, lo que te habría hecho feliz, pues esos catorce detenidos, cargos de la Generalitat, siguen tus órdenes y tu huida hacia adelante de mediocre cazasubvenciones y político profesional buscando entrar en la Historia.

En la Historia se entra por la puerta grande, sirviendo a los demás, por la puerta de servicio o por el minguitorio, por el sumidero de la Historia, que decía Karl Marx. De tu entrada por tal lugar me pido tirar de la cadena.

Tú eres el que has atacado a las instituciones, el que has puesto en riesgo la democracia, el que has acabado con el autogobierno catalán, el que has puesto cerco y acoso a la libertad, el que has exacerbado las emociones, el que has radicalizado los sentimientos, el que ha desembridado los cuatro jinetes del Apocalipsis y si corre la sangre, tú serás el principal culpable.

Has puesto en marcha, mediocre vanidoso, un proceso de acción-reacción desatando fuerzas que no puedes controlar, transmitiendo una falsa seguridad de la que careces, la absurda convicción de que tenías la situación bajo control, que te incautabas de los bienes del Estado, te quedabas a cero de deuda, y te presentabas en Bruselas y te ponían la alfombra roja, mientras aquí ofrecías a la gente la doble o la triple nacionalidad y luego continuabas hacia el Sur, a Valencia, con Anna Gabriel y la quintacolumnista Mónica Oltra, una politicastra amortizada, y en barco, a Mallorca. Una serie de memeces y alucinaciones propias de un incapaz.

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Debes salir al balcón del Palau de la Generalitat para decir que renuncias a un referéndum ilegal, por el medio, porque no entra entre tus competencias ni en las del Parlament, y por el fin, pues lo que has puesto en marcha es un golpe de Estado y una rebelión y has de atenerte a las consecuencias, que van a ser graves. Me pareció patético verte con los diputados golpistas en el Parlament cantando Els segadors, como adolescentes jugando a la revolución, cuando en Cataluña hace tiempo que no hay segadores, sino gente laboriosa que se levanta cada mañana a sacar adelante a sus familias y a tanto político inútil como tú y a tanto subvencionado, como tus SA de la ANC y Ómnium, y los matones de pastaflora de la CUP. Debes iniciar un diálogo político sincero y abierto, dentro de la legalidad, dentro de la nación, de la integridad territorial, de los derechos y deberes de todos.

No lo vas a hacer, porque quieres pasar a la Historia, para sublimar tu pobre vida de funcionario del separatismo. Nunca al frente de Cataluña había habido gente tan mediocre y, por ende, más peligrosa.

Declina el 20 de septiembre de 2017 y no estás entre rejas, que es donde deberías estar. Tendrán que hacerlo tarde o temprano, porque vives en la mentira y en la manipulación, has perdido el sentido de la realidad, y quieres pasar de la farsa a la tragedia.

Hoy se han dicho palabras muy gruesas: estado de excepción, guerra. Y, en efecto, estabas llevando a Cataluña hacia una guerra civil que ha empezado a evitarse; habías puesto en marcha un proceso totalitario que ha empezado a frenarse. No eres Companys, eres un mediocre, un hombre de paja que se lo ha creído, un pobre hombre de mira huidiza y estructura blandengue que quiere ir de héroe y de mártir. Hoy ha empezado a resolverse una situación endiablada que tú has creado. De lo que venga ahora por delante, tú eres culpable, el principal culpable.

Carta abierta al miserable de Carles Puigdemont

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