Enrique de Diego.
Donald Trump y Barack Obama representan diferentes Estados Unidos, pero ambos son patriotas. La izquierda francesa es tan patriótica como la derecha, y lo mismo en Alemania, y en cualquier nación democrática, salvo en España, donde una parte de la izquierda, infantil, odia a España.
Esa izquierda infantil y apátrida se ha concentrado en Podemos. La estrategia de Pablo Iglesias de montar una asamblea de nacionalistas en la que todos quieren separarse de la nación que él, supuestamente, aspira a presidir es ridícula y pone en evidencia una carencia: la del patriotismo. Aunque tiende a darse a esa ausencia un contenido guerracivilista, la razón más profunda es un fallo del sistema educativo.
¿Es Podemos un partido español? No. ¿Qué es? Ni ellos mismos lo saben. Pretender situar a un Gobierno débil y complaciente como autoritario es una pérdida del sentido de la realidad. Pretender que la libertad en España está en peligro no por los separatistas, delincuentes, sino por el ejecutivo, que ha de hacer cumplir la Ley, es una grosera manipulación que demuestra el bajo nivel intelectual de algunos profesores de la Facultad de Políticas.