Luis Bru.
El viernes fue un día informativamente intenso. El terrorismo islamista volvió a sacudir varias ciudades europeas: veinte heridos en un atentado en el Metro de Londres con una bomba de fabricación casera, intento de asesinato de un policía francés por un islamista con un cuchillo, la policía sueca encontró 45 kilos de explosivo en un camión. Además, España vive una crisis institucional sin precedentes: Carles Puigdemont y Ada Colau remitieron una carta a Felipe de Borbón emplazándole a presionar al Gobierno para pactar un referéndum «legal«. Se sabía que había Consejo de Ministros y que su contenido era importante, ante la actitud insurrecta de la Generalitat. Compareció el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro quien dio un ultimátum al gobierno catalán antes de intervenir sus cuentas y pasar a ser el Gobierno de la nación el que efectúe los pagos de nóminas y servicios.
La nueva 13 TV, puesta bajo el control de Fernando Giménez Barriocanal, decidió ausentarse y dejar huérfanos de información a sus espectadores. En la publicidad oficial, se anunciaba que El Cascabel, el programa que presenta Antonio Jiménez, se emitiría de lunes a viernes. Publicidad engañosa. Durante todo el viernes, 13 TV estuvo emitiendo películas de dudosa calidad de Charles Bronson; la filmoteca de 13 TV está bajando mucho de interés.
Antonio Jiménez nunca trabaja los viernes. Propiamente no trabaja nunca. Sus comidas son prolongadas y de digestión pesada. Casi todo el tiempo que pasa en la redacción es para maquillarse, siempre con una intensa y acomplejada preocupación por el menguante pelo. Tiene el ligero problema de que no se prepara los temas. Como una prima donna, tiene establecida la exigencia de tener el fin de semana largo: viernes, sábado y domingo, pues no puede con tanto esfuerzo. Aunque ahora es de derechas -es conocido que en 2004 se ofreció al 100% a Pepiño Blanco pero fue rechazado- es un adelantado en la semana de cuatro días.
En Intereconomía, con El gato al agua, de cuyas rentas ha vivido hasta ahora, nunca trabajó los viernes; no hubo forma. Tenía que ser sustituido o emitir otro programa. Se negaba sistemáticamente a salir en antena los viernes, o es superstición o vagancia. Apostamos por lo segundo y no perdemos. En 13 TV ha seguido igual, con la misma costumbre. Como se dado carpetazo a La Marimorena de Carlos Cuesta, que cubría el hueco de los viernes, Charles Bronson a tope. Un erial, una completa vergüenza, una absoluta falta de profesionalidad en la cadena de la Conferencia Episcopal. Ni sinergias con la COPE ni nada: la solución fácil de un maratón de Charles Bronson.
No es serio anunciar oficialmente que se va a emitir de lunes a viernes un programa y no hacerlo, sin dar la más mínima explicación. Es más decente anunciar que El Cascabel se emitirá de lunes a jueves, porque el viernes, aunque haya atentados, aunque haya Consejo de Ministros, Antonio Jiménez necesita descansar. Cerca de 30.000 euros al mes, por presentar cuatro programas. Y ya se sabe, para Jiménez lo más importante del mundo es el fútbol. Al fin y al cabo, Mariano Rajoy, su referencia, sólo lee el Marca.