Enrique de Diego.
Pedro, por favor, pensábamos que no cabía un tonto más hasta que volviste. Con la que está cayendo, mostrar tu supina ignorancia es delito de lesa Patria si no fuera atenuante tu espléndida estupidez. En España hay una nación: España. Escríbelo mil veces hasta que te entre en un angosta mollera.
Lo primero que destaca en ti es tu infinita irresponsabilidad. Cuando los sediciosos están planteando romper España por sus costuras catalanas no se puede andar con disquisiciones incoherentes, porque de ser Cataluña nación los socialistas tendríais que quitaros la E de Español de las siglas y correr a apuntaros al referéndum con el miserable Carles Puigdemont.
No tienes ni idea de historia, pero es que ni la más mínima; andas muy mal de gramática y eres una nulidad en pensamiento político, casi a la par que el indigente intelectual de Pablo Iglesias, que no tiene ninguna idea propia y que las cuatro chorradas globalistas que evacúa contradicen toda lógica como ese esperpento de la nación de naciones. El Estado es la organización concreta de la nación preexistente, en la que confluye el plebiscito de los siglos.
Según tú, ignorante atrevido, en España coexisten tres naciones: Cataluña, Vascongadas y Galicia. La razón subyacente en el discurso sanchista es porque hay nacionalistas, pero eso obedece en mucha mayor medida al Estado autonómico que los promueve, al haber establecido instituciones que compiten entre sí, por sus competencias, su botín electoral y su avaricia burocrática expansiva. Cuando los separatistas catalanes dicen eso de España nos roba, lo que están clamando es por tener más tarta de la que robar.
Las tres tienen en común poseer idioma propio, aunque también lo tiene Valencia, aunque se le ningunea en aras del imperialismo de los países catalanes. Francia ha laminado los idiomas regionales; España, no. Pero no es fundamento suficiente para establecer la existencia de una nación. En dos de ellas -Vascongadas y Galicia- el uso del idioma llamado propio -en conformar el español, todos hemos participado- es minoritario y en Cataluña, a pesar de décadas de ingeniería social, el uso del español es parejo.
A tu chusquero exabrupto, ha respondido rauda la lozana andaluza Susana Díaz asentando sus reales de que Andalucía no es menos que nadie. Faltaría. Nadie es menos que nadie porque somos una única nación y lo demás es comentario.
Podrían exigir preeminencia histórica Castilla y Aragón
Históricamente, las dos regiones que podrían exigir preeminencia, y no lo hacen, con callada dignidad son Castilla y Aragón -sin desmerecer al reino de León y sus Cortes, ni al Principado de Asturias. Galicia fue parte de Castilla. Vascongadas no fue unidad política, sino territorios históricos, y cuna de Castilla y de España, como durante siglos estuvieron orgullosos sus ancestros, hasta la esotérica iluminación postcarlista de Sabino Arana y hasta que el Concilio Vaticano II vació los seminarios.
Cataluña siempre estuvo constituida por condados sin nada parecido a una confederación con el reino de Aragón.
De tener sentido histórico, sólo lo tiene el iberismo, la propuesta de unión con Portugal seccionada por los nefastos y ambiciosos Raimundo y Enrique de Borgoña, y confirmada la ruptura con Alfonso Enríquez y el Tratado de Zamora.
Por lo demás, España es una unidad política desde los godos, con Leovigildo y Recaredo.
Te remito, ignorante, a la sección Nuestra Historia de Rambla Libre, que te será de gran provecho. Andalucía fue también Castilla sin mestizaje, ni nada parecido a lo que pretendió el pobre iluminado de Blas Infante. Cuando San Fernando III toma Sevilla, las capitulaciones establecieron tres días a sus moradores para abandonar la ciudad, que luego fue repoblada por… gallegos. Los andaluces no proceden de los islamistas, sino que Andalucía fue repoblada.
No están los tiempos, Pedro Sánchez, para chorradas, ocurrencias y estrictas paridas, con las que puedes pretender dotarte de un discurso distinto, pero inconsistente, sino para mostrar responsabilidad, que te falta a capazos.
Pedazo de ignorante.