Miguel Sempere.
Jordi González convirtió su último programa de Mad in Spain en una apología de la sedición. Emitió, seleccionada pero íntegra, la inconsistente y turiferia entrevista del Pravda separatista La Vanguardia al miserable de Carles Puigdemont y en un esquema de banalización planteó una especie de debate situando en un mismo nivel, y aún por debajo, la defensa de la libertad y la unidad de España con el totalitarismo y la sedición.
No se organizan debates en los que participan violadores defendiendo sus tesis o en los que los homicidas hagan apología del asesinato. La sedición es un delito tipificado en el Código Penal, en el artículo 544, a la que se ha dado carta de naturaleza y patente de corso.
Jordi González es un presentador empalagoso, aburrido y antiguo, sin los conocimientos para entrar en profundidad en los temas y sin la personalidad para dirigir con orden un debate. Situó a cuatro interlocutores separatistas, incluido el presidente de la totalitaria Asamblea Nacional Catalana, frente a tres constitucionalistas.
Enfrentó a la endeble y manipuladora Pilar Rahola con el eurodiputado Javier Nart, que estuvo brillante y demoledor. Rahola mostró su indigencia de argumentos exponiendo con simple voluntarismo que una Cataluña independiente estaría, por criterios económicos, en la Unión Europea a pesar de que eso está contra el Tratado de la Unión, como con acopio de documentación le rebatió Nart, quien la recordó su libro hagiográfico sobre el corrupto Artur Mas. Nart tuvo que recordarla a Pilar Rahola que no estaba en una taberna.
Pero la cuestión más de fondo es esa banalización de la sedición que debe ser erradicada y que debería llevar a quitarle la licencia del Estado español a Telecinco.
http://ramblalibre.com/2017/09/02/carta-a-pilar-rahola-la-garrula-cortesana/