Virginia Montes.
Frente a la amenaza terrorista, la Guardia suiza pontificia encargada de la protección del Vaticano y del Papa ha reforzado las medidas de seguridad, según informa el diario francés La Croix.
«Sólo es cuestión de tiempo que un atentado se produzca en Roma. Nosotros estamos preparados«, son las palabras del coronel Christoph Graf, comandante de la Guardia suiza pontificia, el sábado 17 de agosto en Soleure (Suiza), con ocasión de la 27 asamblea general de antiguos guardias suizos.
Más allá del folclore histórico que rodea a los guardias suizos con sus coloridos uniformes, los militares encargados de la protección del Estado pontificio disponen de las técnicas más moderna, según Christoph Graf. En colaboración con la policía cantonal de Tessin (Suiza), durante cuatro meses, los guardias suizos hacen prácticas de tiro, de seguridad, de protección contra incendios, de primeros auxilios y estudian cuestiones jurídicas.
Además, en la vía de la Conciliazione, la gran avenida que desemboca en el Vaticano, se han instalado barreras y bolardos de cemento a fin de evitar la incursión de vehículos. Numerosos coches policiales y del ejército están estacionados de manera visible a fin de disuadir todo acto terrorista. La Santa Sede explica que el nivel de seguridad «es ya muy elevado» y que no es cuestión de aumentarlo sin una amenaza precisa.
La precauciones se aumentaron tras un fotomontaje de Daesh en el que se presentaba a un terrorista delante de la cúpula de San Pedro en llamas. Fotomontaje que circula por la aplicación Telegram, el servicio de manesajería encriptada preferido por lo yihadistas.