Virginia Montes.
Las previsiones eran que la liberación de Tal Afar, a 70 kilómetros de Mosul, clave en las comunicaciones entre esa ciudad y Raqqa, llevaran un mes, pero Daesh se está derrumbando con celeridad, lo que indica un deterioro de la moral de sus combatientes. Cuando aún no se ha cumplido una semana, las fuerzas regulares iraquíes y las milicias chíies controlan el 70% de la ciudad, según ha confirmado el ministro de Asuntos Exteriores, Ibrahim al Jaafari. «Si Dios quiere, el resto será recuperado pronto«.
Las líneas de defensa se han quebrado con prontitud y Daesh está utilizando coches bomba, que, por la experiencia adquirida, ya no producen el efecto devastador de otras veces. No hay contraataques, ni la dificultad en el avance de Mosul. Cientos de terroristas han sido abatidos, aunque los cálculos establecen que son en la ciudad entre 1.000 y 2.000.
Tal Afar, en la provincia de Nínive, es el último enclave importante de Daesh en Iraq. Es una ciudad con población turcomana suní relacionada con Turquía. Y también, chíi.
Se reporta el hallazgo cerca de Mosul de dos fosas comunes con más de quinientos cadáveres, chíies prisioneros asesinados por Daesh en 2014.