Enrique de Diego.
A la vista de la masacre de Las Ramblas y del atentado de Cambrils, la pregunta es necesaria: ¿para qué sirven los mossos de escuadra? Para muy poco. Se trata de un cuerpo politizado, con una orientación política separatista que ha hecho ya la desconexión del resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, por el hecho de ser del Estado. Está, además, sometido a los dictados de la corrección política.
La masacre de Las Ramblas ha podido ser evitada. Los fallos en prevención son hirientes y espectaculares:
1.- Las Ramblas tienen un carril central peatonal que es por el que circuló el terrorista islamista durante 600 metros sin obstáculo alguno. Ese paseo trágico se hubiera evitado si se hubieran instalado bolardos. En diciembre de 2016, la Comisaría General de Seguridad Ciudadana del Cuerpo Nacional de Policía emitió una circular para que se instalaran, ante las fiestas navideñas, en lugares de especial concentración. Esa circular les fue remitida a los mossos y a la ertzaintza. La respuesta de la dirección de los mossos se hizo pública y fue publicada por El Periódico. Contenía tres argumentos de rechazo:
a) la materia no era competencia del Cuerpo Nacional de Policía.
b) consultada la Ertzaintza, se compartía la inconveniencia de la medida.
c) Cataluña no era objetivo terrorista.
2.- La masacre hubiera sido evitada si se hubiera vigilado y tenido en cuenta que Moussa Oukabir en la red Kiwi había respondido a la pregunta de cuál sería la medida que adoptaría el primer día de ser el rey absoluto del mundo y no fue otra que «matar a todos los infieles y dejar solo a los musulmanes que siguen la religión». Un claro delito de odio y una clara propuesta de intencionalidad genocida. No se hizo nada.
3.- El estallido de un chalet, donde se han encontrado cien bombonas de butano y propano, en la localidad tarraconense de Alcanar, dos días antes de la masacre, ha sido tratado con total negligencia por parte de los mossos. ¡Ayer se encontró un segundo cadáver! Ni tan siquiera se hizo un registro ocular exhaustivo del escenario, ni se procedió a la rápida identificación del primer muerto. El herido sólo fue detenido tras producirse la masacre y establecer la relación con ella.
Es extraordinariamente llamativo que siendo una célula de más de diez terroristas -5 abatidos, 4 detenidos y 3 identificados- ninguno de ellos tuviera antecedentes relacionados con terrorismo integrista y ninguno estuviera siendo investigado por radicalización. Claro que si se puede hacer público que se quiere matar a todos los no musulmanes y no pasa nada o se interpreta como libertad de expresión…
No hay ningún control del mecanismo de alquiler de coches. Incluso se alquilan las furgonetas con documentación falsa.
Con motivo de las vacaciones estivales, se refuerzan los dispositivos policiales en las zonas sensibles de mayor afluencia y Las Ramblas es en Barcelona la zona sensible por excelencia. No hay la más mínima vigilancia policial: el terrorista recorre con la furgoneta seiscientos metros sin ver a un mosso, puede bajarse tranquilamente y marcharse.
Notoriamente, rompe el cerco policial, seguramente asesinando al varón de 35 años cuyo cadáver se encuentra en su coche en Sant Just Desvern.
En todo momento, los mossos van a ciegas sin saber bien a qué se enfrentan, con un caos informativo a su alrededor fenomenal, de modo que se difunde la foto de Driss Oukabir, casi como el autor de la masacre, y se tarda mucho en difundir el nombre de su hermano Moussa, y la foto de éste sólo se difunde cuando presuntamente ya ha sido abatido en Cambrils. La identificación de los terroristas abatidos en Cambrils -cuatro de ellos por un mosso heroico, a quien se está prestando tratamiento psicológico (sic)- es tan lenta que todavía no se ha concluido.
Algunas conclusiones demoledoras a la vista de los hechos:
1.- La información de los mossos de esquadra sobre terrorismo islamista en Cataluña es inexistente: ninguno de los terroristas está ni fichado ni investigado. Los mossos van completamente a ciegas.
2.- La dirección política de los mossos llega a establecer, por escrito, en fecha tan próxima como diciembre de 2016 que ¡Cataluña no es objetivo terrorista!
3.- Por evidente motivación separatista, no se comparte información ni hay ninguna coordinación con la Policía Nacional y la Guardia Civil, que tienen equipos experimentados en terrorismo islamista.