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El Consejo Ciudadano de Podemos de Ciudad Real dimite acusando a Pablo Iglesias de traición

Redacción




Podemos de Ciudad Real.

Miguel Sempere. 

Dimisión en bloque del Consejo Ciudadano de Podemos en Ciudad Real. El detonante, el pacto de Gobierno con el PSOE, con todo lo que implica de factor de corrupción moral, pero en un comunicado, muy significativo y bien elaborado, desentraña la distancia actual de Podemos respecto al 15M, el deterioro de la democracia interna y la toma de poder por estructuras tradicionales de la izquierda.

Por supuesto, no quedan nada bien ni Pablo Iglesias, con el culto interno de la personalidad, ni José García Molina, el líder de Castilla-La Mancha, del que ponen de manifiesto una «ambición personal» sin escrúpulos morales.

PRIMERA FASE: Se ponen en marcha con Podemos «cargados de la energía e ilusión que el 15M había despertado». Llegó gente diversa sin experiencia política, en la que se daba «cierta transversalidad política«. Se marcaron dos objetivos: movilización de calle y expansión por toda la provincia. Participan en el éxito de las elecciones europeas de 2014 y la subida de expectativas en las encuestas.

SEGUNDA FASE. En otoño de 2014 entran en Podemos personas vinculadas anteriormente a otros partidos de la izquierda tradicional y el sindicalismo clásico. Todos a la vez y con vínculos, formando familias políticas. Llegan auspiciados por Pablo Iglesias y con el encargo de llevar a cabo la expansión territorial que ya hacía el círculo de Ciudad Real, con el fin de controlar el partido. «Expansión hicieron poca«, pero a lo que se dedicaron estos «podemitas de otoño» fue a asegurar votos a las candidaturas internas de Pablo Iglesias.

TERCERA FASE. Los «podemitas de otoño» toman el poder, con el apoyo de Madrid, de forma que personas que habían combatido a Podemos desde partidos tradicionales pasan ahora a liderarlo. Se trata de políticos profesionales, cuyo objetivo es «conseguir a través de la política lo que fuera de ella no les era garantizado«. Pasan a hacer depuraciones y convierten el Consejo Ciudadano en órgano monocolor. «Podemos ya no tenía nada que ver con el 15M y se había constituido en Castilla-La Mancha como el clásico partido viejo de izquierdas dónde el monolitismo y la uniformidad la marca el líder y los demás deben mostrar fidelidad al mismo; únicamente podrán prosperar si se mueven dentro de esa fidelidad sin cuestionar liderazgos ni decisiones«. Mientras los Círculos pierden efectivos, especialmente entre jóvenes y mujeres, llega una segunda oleada de podemitas, directamente afines a José García Molina.

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«No hemos venido a luchar contra compañeros sin escrúpulos»

«En todos estos meses en que hemos estado al frente del Consejo Ciudadano Municipal, reconocemos que nuestra falta de experiencia política nos ha pasado factura de forma contundente, no nos cuesta reconocerlo. Somos gente corriente que vinimos a hacer política, no profesionales de ésta, ni personas que ambicionaban vivir de ella para no tener que esforzarse en su vida cotidiana en conseguir un puesto de trabajo.

«Todos los que hasta hoy formábamos el Consejo Ciudadano somos personas que no desean de la política más que la satisfacción de mejorar las condiciones de vida para toda la ciudadanía. No estamos en condiciones de luchar con compañeros en batallas sin escrúpulos, ni hemos venido aquí a eso. No hemos sido respaldados después de nuestra elección por ninguna cúpula política, ni regional, ni estatal, tan sólo por compañeros y compañeras de nuestro Círculo, la mayoría de los cuales ya no están ni en el Círculo ni en Podemos.

«Y también por bastantes compañeros y compañeras de nuestra provincia y región que observan atónitos como el partido se rige por los bandazos de la ambición personal y el amiguismo que ejerce la cúpula regional, siempre con la santificación de nuestro secretario general Pablo Iglesias y el secretario de Organización, Pablo Echenique (que ni siquiera ha dado acuse de recibo a nuestros escritos, por cierto).

La gota que ha colmado el vaso

Entrar en el gobierno del PSOE de Castilla-La Mancha romper con todos los objetivos que los idealistas de Podemos de primera pretendían conseguir. «Algo ha fallado en la construcción de Podemos como fuerza política de la gente, porque cada vez más gente se aleja de Podemos. Hoy empieza a caracterizarse por lo que ya existía antes y que llevaba otras siglas y otros símbolos. Hoy Podemos en Castilla-La Mancha no es para nosotros el partido al que nos integramos en 2014 y, por tanto, no tiene sentido seguir representándolo. Nos vamos con la cabeza alta y los bolsillos vacíos».