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Frente Nacional: Dos sectores coexisten con dificultad

Redacción




Florian Phillipot. /Foto: alchetron.com.

Virginia Montes.

Después de un seminario oficial consensuado, el Frente Nacional sale sin entrar en la realidad, pues la clarificación ideológica podría abocar a la salida de Florian Philippot. Pero la tensión es cada vez más fuerte entre los identitarios y quienes, encuadrados en Les Patriotes, inciden en la soberanía nacional y la salida del euro, y modificaciones en la postura contra la inmigración. El ala derecha del secretario general Nicolas Bay, Jérôme Rivière, el consejero Philippe Olivier y el compañero sentimental de Marine Le Pen, Louis Aliot, inciden en la inmigración. Por el contrario, la eurodiputada philippotista habla de flexibilidad.

2018, el año del congreso, no será una revolución. El Frente Nacional parece siempre romperse para mantenerse igual: una asociación de buenos chicos, donde las inercias pesan y la mayoría de los dirigentes son ya funcionarios, en el mal sentido del término. Un partido en el que las pequeñas confidencias de una banalidad inofensiva son percibidas como nucleares y en el que abundan las declaraciones escondidas bajo el anonimato. Más grave: las líneas de fractura, imposibles de cicatrizar, siguen abiertas. La principal es el euro, del que no se hablar en las federaciones pero que es la piedra angular de las posiciones de los partidarios de Florian Philippot. A su alrededor, los rumores más espectaculares hablan de salida inevitable, pero Marine Le Pen le apoya: es su obra, su posición real, su agente desdiabolizador. No se imagina Marine que Philippot sea humillado en el Congreso. Les Patriotes, la asociación próximo a Philippot que Marine Le Pen ha minimizado como un simple «think tank«, podría cambiar de estructura para convertirse en un auténtico movimiento político secesionista.

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