Miguel Sempere.
«Ni la más remota idea», expresión reiterada y que define la comparecencia judicial de Mariano Rajoy. El presidente del Gobierno no ha estado cómodo, y no era para menos pues es la primera vez que un presidente del Gobierno ha de comparecer en un Juzgado, aunque sea como testigo. Excesiva tensión por parte del juez, Ángel Hurtado, celoso de no salir de los límites del procedimiento.
Mariano Rajoy nunca ha entrado en las cuestiones económicas del partido, no conoce a Francisco Correa, vio en algunos actos electorales a Álvaro Pérez y tenía una vaga idea de que el gallego Pablo Crespo trabajaba para Correa. Todo esto entra en contradicción con su aparición detallada en los papeles de Bárcenas como receptor de 373.000 euros, incluidos gastos de vestuario para trajes y corbatas.
Resulta, desde luego, asombroso que el presidente de una empresa desconozca las finanzas. No dice mucho a su favor. Pero esa fue la reiterada tesis de Rajoy, quien sólo se ha dedicado a las cuestiones políticas, sin tener ni idea de lo que pasaba a su lado. Es obvio que el presidente del Gobierno es responsable político de materias que, dentro del partido, están bajo su mandato, como es todo lo relacionado con la logística y las finanzas.
Rajoy ha asegurado que las acusaciones de Bárcenas son «absolutamente falsas» y que nunca se ha ocupado de «ninguna cuestión de contabilidad». «Cobrábamos un sueldo de diputado y bastantes personas tenían un complemento», se limita a decir el presidente cuando se le pregunta por los supuestos sobresueldos.
«Jamás«, respondió Rajoy cuando se le pregunta sobre si recibió sobresueldo alguno. Incisivo y prolijo el abogado Mariano Benítez de Lugo. Rajoy siempre evasivo: «Desconozco cómo se pagaron las obras porque yo no llevaba el asunto económico». Rajoy no es el tesorero, pero el tesorero depende de él. Si no sabía, debía saber.
La cuestión es si Mariano Rajoy, con la debilidad que representan los numerosos casos de corrupción abiertos que implican al PP, y específicamente el relacionado con la trama Gürtel, está en condiciones de afrontar el inmediato reto separatista, si tiene la autoridad moral para tomar decisiones de cara al 1 de octubre.