Luis Bru.
Éxito de la manifestación en Sant Feliu de Llobregat contra la instalación de una mezquita, contra la que se oponen los vecinos, que contaron con el apoyo de Democracia Nacional. Más de trescientas personas asistieron a la manifestación, a pesar de que el alcalde de la ciudad, Jordi San José Buenaventura, hizo todo lo posible para boicotearla, hasta el punto de que se presentó como un manifestante más a una contramanifestación de la ultraizquierda.
A la manifestación de San Feliu asistieron el presidente de Democracia Nacional, Manuel Canduela, y el concejal de Vic, Josep Anglada.
Frente a la imposición de los políticos, los ciudadanos en Cataluña se están levantando contra la islamización que se les está imponiendo.
Pilar, una representante vecinal leyó el manifiesto de los vecinos afectados. “Los vecinos, amigos y familiares, así como las asociaciones y partidos hoy aquí reunidos nos manifestamos frente al Ayuntamiento de Sant Feliu por diversos motivos:
– En primer lugar por motivos puramente democráticos:
Porque creemos que la clase política de Cataluña no puede llenarse la boca con las palabras “diálogo” y “democracia” constantemente y luego practicar la política de hechos consumados decidiendo el futuro de nuestros barrios y de nuestras vidas sin dar ninguna explicación, sin ni siquiera dignarse a escuchar nuestra voz como ciudadanos.
Y es que el traslado de la Mezquita tendrá unas importantes repercusiones en la vida de todos los vecinos, tanto económicas, como morales, como urbanísticas y repetimos, no debe ser desoída la opinión mayoritaria de los implicados como si se tratase de una burda dictadura.”
“En un momento en el que se suceden las detenciones en toda España de islamistas peligrosos, en unos momentos en los que observamos con horror cómo los atentados islamistas se suceden en toda Europa, el ayuntamiento pretende abrir de forma “express” un centro islámico sin dar más explicaciones a los vecinos y sin garantizar que la prédica que se haga en ese centro será moderada y tolerante, acorde con nuestras leyes y valores, al contrario, preocupantes informaciones policiales y periodísticas vinculan al Imán de esta localidad con lo más radical del Islamismo. De ningún modo los vecinos de Sant Feliu estamos contra la libertad religiosa, estamos contra la expansión del Islamismo radical y contra la islamización de nuestro modo de vida.”
“La mayoría de vecinos del área somos gente de clase media, cuyos ahorros en tiempos de crisis no están depositados en lujosos bancos de Suiza, sino en nuestras propias viviendas, nuestros bienes inmuebles o nuestros pequeños negocios de barrio. Ya ha pasado en otras zonas que, por dejadez de la administración en que se cumplan las más mínimas normas de convivencia, los vecinos de toda la vida, los “aborígenes” por definirlos de alguna manera, se han visto obligados por el empuje de los recién llegados a mal vender sus propiedades quedando, literalmente, arruinados. Los sanfeliuenses no queremos esto para nuestro barrio, para nuestro pueblo y repetimos: exigimos una reunión para conocer si se han hecho estudios de impacto urbanístico y en el valor de los inmuebles antes de autorizar semejante paso.”
“Por todo ello estamos hoy aquí reunidos.
Para exigir diálogo y democracia, respeto a los derechos de la mujer, a nuestra identidad y modo de vida y para proteger legítimamente lo que es nuestro.
No estamos aquí, como os dirán quienes pretenden difamarnos, por odio, intolerancia, racismo o xenofobia, al contrario, estamos aquí para proteger la convivencia vecinal y que se garantice el freno a la intolerancia que está sacudiendo Europa y que nuestras autoridades policiales están combatiendo a diario: El islamismo Radical.
Y para exigir ese dialogo que se nos niega convocamos a los vecinos a no desfallecer, a movilizarse en las próximas semanas y meses cuantas veces sea necesario hasta vencer en esta batalla que no es otra que, al menos, el ayuntamiento nos escuche y responda a todas estas cuestiones de forma clara y diáfana.
Mientras tanto, mientras ese diálogo nos sea negado nuestra respuesta será solo una:
MEZQUITA NO»
La protesta de los vecinos de Sant Feliu corre en paralelo con la que vienen protagonizando los vecinos de Nous Barris, de la calle Japón, de Barcelona, donde Ada Colau pretende instalar otra mezquita. Los vecinos han protagonizado ya 100 caceroladas y protestas.