Luis Bru.
La tiranía, con apariencia democrática, avanza e impone la censura e incluso la visión sesgada de una izquierda que durante la República, desde 1931 y más aún entre 1936 y 1939, lleno la España republicana de chekas, de paseos y de fusilamientos, también con ajustes de cuentas internos como la depuración del POUM acusado de trotskysta, cuyos dirigentes fueron fusilados tras juicios sumarísimos o muertos sin juicio como Andreu Nin, al que Alexander Orlov lo despellejó literalmente, y cuyo cadáver nunca fue encontrado.
Mientras los socialistas -cuya historia está llena de sangre y horror, que dieron el fallido golpe de Estado de 1934 y cuyo dirigente Francisco Largo Caballero fue el que más hizo porque los españoles terminarán en las trincheras, confiando en perpetrar el genocidio de la burguesía y los católicos- cantan «La Internacional», a cuyos acordes se ha asesinado a más de cien millones de personas en el mundo -uno de cada cuatro camboyanos, por ejemplo, o diez millones de agricultores rusos o seis mil sacerdotes en España. Si cantas «La Internacional» en Aragón te dan una subvención.
A lo que aspiraba el PSOE en la República y durante la guerra civil era a imponer la dictadura del proletariado. No era un partido democrático. Pues ahora, en una farsa liberticida, el incompetente Gobierno de Aragón, en un proyecto apoyado por el PSOE y la Chunta Aragonesista, ha aprobado una delirante ley denominada Ley de Memoria Democrática, que pretende cercenar la libertad de expresión e imponer la mentira histórica a golpe de multa administrativa, en un delirio totalitario de Javier Lambán.
Cantar el «Cara al sol», himno de Falange Española, hacer el saludo romano o corear «¡Viva Franco!» será multado con hasta 150.000 euros pues la arbitraria y estúpida ley considera punible «emitir expresiones ofensivas, vejatorias o atentatorias contra la dignidad de las víctimas de la Guerra Civil o la dictadura franquista en cualquier medio de comunicación, en discursos o intervenciones públicas o en plataformas digitales”. El Parlamento de Aragón sólo considera víctimas a las de un bando. Las sacas y fusilamientos de Paracuellos del Jarama no existieron; los cinco mil asesinados en ese lugar no son víctimas de la guerra civil.
Otras medidas destacables de esta ley son la creación de una serie de bancos de ADN para identificar familiares asesinados o niños robados, protocolos serios en torno a las exhumaciones y la retirada obligatoria de símbolos y títulos franquistas. Los ayuntamientos que no cumplan los requisitos no recibirán subvenciones oficiales: «Se revocarán los acuerdos de cualquier distinción o título honorífico o exaltación de las personas vinculas al régimen franquista».
El Gobierno aragonés impone, además, el adoctrinamiento en la mentira. Se estudiarán contenidos históricos que transcurran entre la Segunda República y la Transición, dando importancia a la Guerra Civil y la represión franquista, pero ocultando asesinos como el socialista García Atadell. Una completa desvergüenza que hunde a Aragón en el ridículo y en el totalitarismo comunistoide.
También existen ciertas novedades ya que la nueva ley contempla una ampliación del periodo respecto al reconocido en la estatal. En vez de entre 1939 y 1978, serán desde 1931. Por otra parte se actualizará el mapa de fosas, la anulación de los juicios franquistas y la derogación de la Ley de Amnistía de 1977 en aquellos casos en los que la impunidad sea amparada. Entre otras medidas llama la atención la decisión de reconocer el 3 de marzo como el Día de la Memoria Democrática en Aragón, debido a que en 1938 la aviación italiana bombardeó Alcáñiz (Teruel) en lo que se considera un acto parecido al de Guernica. La aviación republicana nunca bombardeó. ¡Tiraba gominolas y galletas con chocolate!
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http://ramblalibre.com/2016/11/20/elogio-de-franco/