Enrique de Diego.
Avenida de Salamanca, 14, dos plantas para la sede del PP, la 3ª y la 5ª. Pleno centro de Alicante, junto a la Estación de trenes, cerca de El Corte Inglés y de lo que fue la sede de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, que el Partido Popular saqueó de manera sistemática y sin límites, con Modesto Crespo llevando a las señoras de Alí Babá y más de cuarenta ladrones a comprar bolsos.
Viernes, 7 de julio, San Fermín. Día de votaciones. Elección del presidente del PP de Alicante, un partido que afirma tener ¡15.000 militantes y de los que solo pueden y votan 501!. Una farsa que el abogado José María Bueno agita con aquello de que el rey va desnudo, con una impugnación demoledora.
Renqueante llega, como una ruina humana, la verdad, Pedro Romero aquel que dijo que «lo mejor es no meterse con el tesorero», que era él, en aquellos entonces, y que dice haber movido muy bien un localito que tenía en San Blas -clase media baja- para amanecer con tres chalets en lugar de postín. Vota también Sonia Castedo, a quien Enrique Ortiz le ha pegado la vendida, si bien, según la Justicia alicantina, no se conocen.
El diario Información, un prodigioso milagro mediático, que nunca ha dicho nada ni ha dado una noticia, salvo adular al poder, empieza la jornada hablando de colas para votar para tener que frenar su entusiasmo lacayo y concluir con baja participación. ¡No ha votado ni el 4% del censo! Las elecciones son nulas y carentes de toda legitimidad. Depositan su voto para el oficialista Toño Peral, 476 militantes.
Incluso parte del pesebre no ha concurrido a la amplia y ostentosa majada de Avenida de Salamanca. Ni tan siquiera toda la legión de asesores, dircom, recepcionistas, cargos, carguillos y carguetes han acudido al estruendoso sonar del pito, ni a las imperiosas llamadas telefónicas de los últimos días llamando a capítulo, recordando a quién deben el sueldo y la fecha de renovación del contrato.
El crítico Paco Maestre obtiene 25 votos. Incomprensible que no se alejara de una elección impugnada y bastarda.
Y eso que José Císcar se ha puesto de baratillo, con el PP de los chinos, Megachina en Avenida de Salamanca 14, 3ª y 5ª planta, de todo a 25. A 25 euros para votar. ¿Alguien da más? A 25 euros estar a corriente de cuotas, la cuota anual. Y 18 euros para los pensionistas. Es decir, que Pedro Romero y su segunda han pagado 36 euros. Vamos a suponer que el matrimonio Romero se ha rascado el bolsillo: 501 votantes por 25 euros, total: 12.525 euros de recaudación.
Entonces, ¿quién paga la sede del PP de Alicante? ¿de dónde surge esa extraña satisfacción de esa escuálida minoría de votantes? ¿qué generosos donantes sufragan los sueldos de los funcionarios del partido, de ese recepcionista tan colapsado por la sorpresiva impugnación? Porque con 12.525 euros no hay ni para pagar la luz, que anda cada día más cara, ni tampoco la factura de Aguas de Alicante. No digamos el alquiler. Y con quinientos socios activos y paganos, el PP decidió que se quedaba escasa la 5ª planta y ha ampliado el negocio oscuro a la 3ª. ¡Con 12.525 euros! Las cuentas no salen. La tomadura de pelo es de órdago a la grande.
¡Menos mal que en España no hay Justicia! ¡Menos mal que tampoco hay Policía y que la UDEF padece de miopía y vista cansada y emite unos informes equiparables al papel higiénico! Porque en otro caso José Ciscar y Toño Peral el PP de Alicante tendrían un problema y gordo: los números no casan, los números no salen.
Por favor, Císcar, desatasca el inodoro que en Avenida de Salamanca, 14, huele a mierda que apesta.