Ramiro Grau Morancho. Abogado.
Hace unos días se publicó que la Audiencia Provincial de Tarragona había condenado a doña Mari Cruz Soriano, la esposa de don Juan Alberto Belloch Julbe, ex biministro de justicia e interior, senador y Alcalde de Zaragoza, actualmente magistrado de la audiencia provincial de Zaragoza, por un delito contra el medio ambiente, al haber construido un chalet en Tarragona, en una zona donde estaba prohibido hacerlo.
Supongo que la sentencia será recurrida ante el Tribunal Supremo, por lo que no ha adquirido firmeza, y por la tanto la presunción de inocencia sigue existiendo.
Según Heraldo, ese diario que ojeo en los bares, tomando café, es decir, a bote pronto, el chalet había sido escriturado a nombre de una hija de la pianista…, aunque supongo que, a la hora de la verdad, la madre preferiría arrogar las consecuencias legales para librar a su hija, con toda una vida por delante, de una previsible condena penal. Es algo que le dignifica como madre, e incluso como esposa, pues el señor Belloch al parecer no ha tenido nada que ver con el asunto.
De cualquier forma, me resulta muy curioso que una señora que vive de su marido (o de sus rentas, patrimonio, etc.), no pare de comprar inmuebles en Valderrobles y comarca, por ejemplo, o que disfruten de un nivel de vida que ya querría para mí mismo, después de una vida de trabajo constante.
Es sorprendente la gran capacidad de los políticos “socialistos” para enriquecerse, mientras que las administraciones por las que pasan quedan al borde de la ruina o de la quiebra.
Así sucede, por ejemplo, con el Ayuntamiento de Zaragoza, cuyas deudas no van a poder pagar no ya nuestros hijos, sino ni siquiera nuestros nietos.
No se sí la Cámara de Cuentas de Aragón y el Tribunal de Cuentas han empezado a desentrañar la madeja de las cuentas (por no decir la ruina) de Ayuntamiento de Zaragoza, los latrocinios de la Expo del 2008 (a cuya contabilidad espero no le suceda lo mismo que a la de la Expo de Sevilla, de 1992, que “casualmente” se quemó la nave donde estaba almacenada), o la desastrosa gestión del famoso tranvía de Zaragoza, totalmente ruinoso y deficitaria, como ya ha constatado el Tribunal de Cuentas en su “Informe de Fiscalización del desarrollo, mantenimiento y gestión del Tranvía de Zaragoza”, aprobado el 6 de febrero pasado.
De dicho informe entresacamos algunos párrafos:
“Los estudios previos…advertían de los elevados costes que suponía la implantación de un tranvía, de la desproporción entre el interés social y el coste económico que ello suponía, así como de su impacto en términos de sostenibilidad por la importante inversión pública que precisaba, poniéndose de manifiesto los problemas de su establecimiento como sistema de transporte de la ciudad…”.
Pero eso, ¿a quién le importa? “La PSOE”, siguiendo el modelo italiano, siempre se ha financiado con la implantación de tranvías, y ahí tenemos el tranvía de Jaén, el de Parla, y tantos y tantos otros, muchos de los cuales ni siquiera funcionan, pues no hay medios para poder sostenerlos. Pero mientras tanto, quien guisa se lleva la mejor parte…
“En los expedientes de los diversos contratos de asistencia técnica…, así como en los contratos de redacción de proyectos y de supervisión de la redacción del proyecto constructivo concertados por el Ayuntamiento de Zaragoza se ha detectado la concurrencia de incidencias e irregularidades que constituyen incumplimientos de la normativa de contratos del Sector público y de prácticas que no resultan conformes a los principios de publicidad, transparencia y objetividad rectores de la contratación pública”.
“A 31 de diciembre de 2015, según figura en el Boletín Estadístico del Banco de España, el citado Comité incrementó la deuda financiera efectiva mantenida por el Ayuntamiento en un importe de 256 millones de euros, como préstamo de asociación público-privada por la construcción del tranvía”.
Pero, ¿qué más da, si la deuda del Ayuntamiento de Zaragoza es impagable…?
¡Qué curioso ver como estos “socialistos”, repito, son tan zotes gestionando el dinero público, pero tan listos para vivir como millonarios, y adquirir grandes patrimonios inmobiliarios!
La verdad es que da mucho que pensar, y nada bueno…