Virginia Montes.
Portugal vive una tragedia espeluznante, con un balance provisional aterrador de 62 muertos y heridos en estado grave y desaparecidos. Todo empezó en el municipio de Pedrógräo Grande, de 4.000 habitantes, en el centro de Portugal, cuando un rayo impactó en un árbol y provocó un pequeño incendio que los vientos convirtieron en pavoroso con rapidez. El fuego cortó las carreteras, aprisionando a los vehículos, que una escenificación dantesca fueron calcinados con familias enteras dentro. Veinte casas del municipio han ardido. El balance de víctimas no hace más que subir, pues hay heridos graves y desaparecidos. El fuego permanece activo en cuatro frentes, mientras bomberos llegados de numerosas localidades intentan controlarlo. El país hermano ha decretado tres días de luto nacional.