Virginia Montes.
Donald Trump cumple una de sus promesas de campaña y da marcha atrás al acercamiento o apuntalamiento de la dictadura castrista por Barack Husein Obama. En buena medida, restablecer el embargo comercial, pues las empresas estadounidenses no podrán establecer acuerdos con las empresas cubanas controladas por el aparato militar o de inteligencia, lo que representa el 80% de la economía cubana.
El presidente norteamericano afirmó en Miami, en pleno corazón del exilio cubano, que «lograremos una Cuba libre» y mostró su convicción de que las medidas de Obama «no favorecen al pueblo cubano sino que enriquecen al régimen»
Se intensifican los programas dirigidos a fomentar la democracia y los derechos humanos y la consideración de internet como elemento fundamental de la libertad de expresión. Se elaborará una lista de prófugos de la Justicia norteamericana que se considera se han refugiado al amparo del régimen cubano.
No se cambia la política referida a remesas o viajes familiares, pero no se restablece la política de «pies mojados» que fue eliminada por Obama.