Virginia Montes
Arabia Saudí necesita recaudar, porque los ingresos por el petróleo no son suficientes. Los saudíes tienen enseñanza y sanidad gratuitas y la mayor parte son funcionarios. Así que para intentar paliar el déficit ha entrado en vigor una «tasa contra los pecados». Se trata de una novedad, pues hasta ahora los saudíes no conocían las tasas. Ahora, sin embargo, el tabaco y las bebidas carbonatadas serán penalizados con una tasa que hará doblar su precio.
La estrategia de reducir la producción de petróleo, producto del que la economía saudí depende por encima del 90%, no ha dado los frutos esperados. Penalizar a las bebidas azucaradas es, además de una estrategia recaudatoria, un intento de prevenir la diabetes y frenar su progresión entre la juventud.
Los paquetes de tabaco llevarán obligatoriamente mensajes disuasorios. Esta legislación ha sido adoptada junto con los otros cinco miembros del Consejo de Cooperación del Golfo. Este año Arabia Saudí registrará un déficit de 40 miliardos de dólares.