Miguel Sempere
La UCO no es la UDEF. La UCO hace su trabajo concienzudamente y hasta el momento con independencia. La UCO ha llevado a cabo dos informes, que están en el sumario del caso Lezo, tumbativos para Cristina Cifuentes y para el absurdo argumentario del PP de una jacobina capaz de limpiar la casa.
Los lacayos peperos se han lanzado en tromba, dando absurdas lecciones que nadie les pide y necesita: que Cristina Cifuentes no está imputada o investigada, que el juez ha dicho que no está implicada en la financiación irregular del PP, que se la está condenando…Nadie tiene esa capacidad. En cuanto al juez, es notorio que, siendo persona tan contaminada que ha tenido cargos políticos durante años y a su esposa colocada por Ignacio González, estableció una especie de chantaje respecto a su ascenso que ha sido concedido. Eloy Velasco no es ningún héroe, ni España tiene un Estado de Derecho, con el fiscal jefe anticorrupción negando registros y con el número dos del Ministerio del Interior reuniéndose con un presunto delincuente en plena investigación.
La democracia es un sistema de opinión pública y ésta tiene capacidad para emitir juicios, opiniones. El problema de los dos informes de la UCO es que son dos magníficos informes, con indicios manifiestos de presunta prevaricación y cohecho. El problema es que Cristina Cifuentes no es una extraterrestre sino que viene de una larga trayectoria de complacencia con la corrupción, ostentando cargos en los que ha mostrado una supina negligencia y no forma parte de ninguna nueva etapa del PP de Madrid sino de la estricta y mera continuidad de ese enfangado PP.