Virginia Montes
La elección de Édouard Philippe como primer ministro ha sido recibida con duras críticas desde la izquierda y con división en la derecha. Philippe ha reiterado que él es un hombre de “derechas” y que una prioridad es la reforma laboral que se pretende hacer de manera rápida por decreto.
Para Jean Luc Mélenchon, Macron lo que busca es la “anexión” de la derecha, de modo que “el nuevo presidente ha tomado el mando de toda la clase política tradicional de Francia”.
El primer secretario del PS, Jean Christophe Cambadelis ha hecho un llamamiento a la movilización de la izquierda. El sindicato CGT ha pedido a sus cuadros que no se tomen vacaciones porque será preciso movilizarse e ir a la huelga general.
Entre Los Republicanos, una veintena de diputados hablan de aprovechar la “mano tendida” por Macron, mientras otros consideran que están ante una estrategia de desestabilización y el secretario general de Los Republicanos, Bernard Accoyer la sitúa en términos de “decisión individual”.