Enrique de Diego
Marine Le Pen ha roto todos los límites de los patriotas con el 34,2% en el escrutinio provisional. El doble de los votos conseguidos por su padre, en elección similar. Ha sido la más votada entre los obreros con el 56% de los votos, esos que pagan los platos rotos de la globalización, de las deslocalizaciones y de la inmigración masiva subvencionada.
Es posible que la jugada de Marine Le Pen de plantear la salida de la Unión Europea y del euro haya hecho temblar a la Francia de las élites satisfechas, pero ha tenido el coraje de ir con la verdad por delante.
Francia tiene un riesgo patente de islamización, de ausencia de imperio de la Ley en muchas partes de su territorio, de masacres con más de 230 muertos, hasta el punto de que las elecciones se han celebrado en “estado de emergencia”.
Es un magnífico resultado, no demasiado lejos de ese listón del 40%, pero es, sobre todo, una base lanzadera para las legislativas de junio. Actualmente, el Frente Nacional cuenta con dos diputados. Ese número se va a multiplicar exponencialmente. Es posible que los diputados del Frente Nacional puedan rondar los 100 de un total de 577 y eso cambiará la faz política de Francia.
Es también, aunque sea materia para más adelante, un claro aliento para que en España se constituya un fuerte partido identitario.
Hacia la «Alianza Patriótica y Republicana»
Tras los primeros resultados, y después de llamar a Macron para felicitarle, Marine Le Pen anunció una profunda transformación del Frente Nacional que pasa incluso por el cambio de nombre, dando a entender que el nuevo sería «Alianza Patriótica y Republicana«.
Marine Le Pen lamentó que los franceses hayan optado por la continuidad, consideró que tanto socialistas como republicanos «se han desacreditado» pidiendo el voto para Macron, y situó el terreno de cara al futuro entre patriotas y partidarios de la globalización. Pidió «a todos los patriotas» que se unan a ella «para la lucha decisiva» que comienza de cara a las legislativas.