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Julio Ariza fichó a Ildefonso de Miguel para tapar la corrupción del caso Lezo

Redacción




Ignacio González e Ildefonso de Miguel. /Foto: elpais.com.

 

Miguel Sempere

De las cuestiones más hilarantes de los últimos tiempos es la pretensión de Julio Ariza con lo que queda del exGrupo Intereconomía –Radio Intereconomía tiene la ridícula cifra de 11.000 oyentes según el último EGM- de situarse como la referencia identitaria, antisistema o all right, con el digital La Gaceta haciendo sus pinitos, tras toda una trayectoria de servicios al PP.

Julio Ariza. /Foto: YouTube.com.

Hay que suponer que nadie se cree tamaña patraña que no haría más que desprestigiar a las ideas necesarias para la regeneración de España. Los servicios de Julio Ariza a la parte más oscura y corrupta del PP son públicos y notorios. Ariza llegó a fichar a Ildefonso de Miguel, exgerente del Canal de Isabel II y mano derecha de Ignacio González, cuando iba a ser destituido del Consejo de Administración a fin de tapar la corrupción de lo que ahora se conoce como el caso Lezo.

Ildefonso de Miguel ha ingresado en prisión y ha salido tras pagar la fianza de 100.000 euros establecida por el juez Eloy Velasco. La UCO registró las empresas de Ildefonso de Miguel Saerco y Safeview. La primera es la adjudicataria de la gestión de la torre de control del aeropuerto de Castellón; un aeropuerto sin aviones lo que no es óbice para que esa empresa haya facturado más un millón de euros a la Generalitat valenciana.

Ildefonso de Miguel es un nombre que muestra la intensidad de la relación oscura de Intereconomía con la trama de Ignacio González. Estamos ante el hombre de los trabajos sucios del PP de Madrid, primero, y de la Comunidad, después. Ildefonso de Miguel ha tenido buen cuidado de no tener cargos orgánicos en la estructura del Partido Popular, pero fue el hombre clave en el tamayazo, su diseñador, y también es el que establece las estructuras prebendarías del partido en los pueblos y el que lleva las relaciones con los medios amigos, en el sentido más mercantilista y opaco.

Fue Ildefonso de Miguel el muñidor del amañado concurso de licencias de televisiones locales que se falló el 5 de agosto de 2005 y por el que obtuvieron las correspondientes licencias Cadena Cope, Libertad digital, Intereconomía, El Mundo, Onda Cero, Kiss FM y el productor Enrique Cerezo. Un elenco de lo más granado de la derecha mediática, el aparataje propagandístico de Esperanza Aguirre en estado puro.

José Antonio Expósito. /Foto: ramblalibre.com.

Ildefonso de Miguel era, pues, el conseguidor de la Comunidad de Madrid y el que, en buena medida, llevó a Esperanza a la presidencia; el que, por ejemplo, contrató a José Antonio Expósito como guardaespaldas de Tamayo y el que mantuvo los contactos con éste.

Cuando se alcanzan estos niveles de poder en las alcantarillas, se tiende a perder el control y a desarrollar un sentido alucinado de impunidad. Dicho en román paladino: se une la política y los negocios, se busca el enriquecimiento.

El 27 de diciembre de 2005, las cadenas primadas con la correspondiente licencia de televisión local formaron la sociedad Teledifusión Madrid, destinada a la difusión de las señales de las nuevas teles, a razón del 10% del accionariado cada una y el 30% restante Centanor Spain, una sociedad constituida un mes antes, el 17 de noviembre de 2005.

Hete aquí que el administrador único de esa empresa resultaba ser Fernando Rueda Puente, cuñado de Ignacio González, vicepresidente de la Comunidad de Madrid. Y, más aún, el accionista mayoritario no era otro que Ildefonso de Miguel con el 33% del capital. Es evidente que las concesiones incluían la correspondiente mordida de contratar con esa empresa. Ildefonso de Miguel era al que a todos acudían para saber las posibilidades de recibir una licencia amiga.

Otro escándalo del personaje fue, cuando en calidad de gerente del Canal de Isabel II, concedió la puesta en marcha y la gestión durante cinco años de un campo de golf en pleno centro de Madrid, en terrenos del Canal, por 3,2 millones de euros, aunque el precio inicial de la licitación era de 1,5 millones, a un consorcio de empresas formado por Tecnoconcret, Soto Once e Indium. El campo de golf fue inaugurado por Esperanza Aguirre el 28 de marzo de 2006. El administrador único de Tecnoconcret, una empresa sin experiencia alguna en el sector, era José Antonio Clemente Martín, socio de un hermano y de un cuñado de Ignacio González.

La evidencia de que las tramas internas de poder y de negocio en la Comunidad de Madrid pasaban por Ildefonso de Miguel llevó a que fuera espiado por los hombres de la Consejería de Presidencia, de Francisco Granados, el rival político de Ignacio González.

Ildefonso de Miguel es quien acompaña a Ignacio González en el misterioso viaje a Cartagena de Indias y uno de los de los dossier más abultado en el caso de los espías de la Comunidad de Madrid, en el que se reseña su crecido patrimonio, entre el que se cuenta una bodega de vino Ribera de Duero, precisamente a la que CajaMadrid, controlada por el PP y Esperanza Aguirre, le compró vino por valor de miles de euros para regalos de Navidad. Con el dinero de otros, hacen fiesta los devotos.

Ildefonso de Miguel convirtió el Canal de Isabel II en una cloaca de pelotazos. Una funcionaria desveló, por ejemplo, que se habían desviado 4,5 millones de euros de ayudas comunitarias hacia la constructora Sacyr. El diluvio que hizo reventar el Canal fue el contrato urdido por Ildefonso de Miguel con Atento, empresa del Grupo Telefónica, para gestionar por 24 millones de euros, durante 4 años, el call center, el departamento de atención al cliente, pasando del servicio gratuito a un 902.

Los partidos de la oposición, PSOE e IU, pusieron el grito en el cielo y la situación de Ildefonso de Miguel se hizo insostenible. Con su fiel María Luis Carrillo, quien, junto con su amiga María Luisa Soto, había incrementado disparatadamente el departamento jurídico del Canal de Isabel II, lo había convertido en un predio, sin control, a su propio servicio y beneficio.

Estamos ante un paisaje familiar: Comunidad de Madrid y Telefónica, pelotazo, negocio oscuro. El mundo de Ariza en el país de las influencias. El 29 de julio de 2009 estaba convocado el Consejo de Administración del Canal de Isabel II. El principal punto del orden del día era someter a votación la solicitud de destitución de Ildefonso de Miguel. El trámite no se llevó a efecto. Ildefonso de Miguel anunció a bombo y platillo que abandonaba su puesto porque había sido fichado por Intereconomía.

El tamayazo seguía pasando factura y cumpliendo la función del concreto entre Intereconomía y la Comunidad de Madrid, porque Ildefonso de Miguel nunca tuvo función real en el Grupo Intereconomía, sino que se le buscó esa salida de manera urgente, permitiéndose incluso Esperanza Aguirre, en gesto bizarro de supina hipocresía, de exigir la cabeza de Ildefonso.

Intereconomía servía, de esa manera, como sucursal de las cloacas de la Comunidad de Madrid, como letrina. Ildefonso de Miguel, durante el tiempo que estuvo en nómina de Intereconomía, no hizo ningún trabajo real. Julio Ariza y su exgrupo no pueden más que desprestigiar a cualquier grupo identitario que se acerque a ellos.

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