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Cristina Cifuentes quiere segarle la hierba a Rajoy

Redacción




Cristina Cifuentes, en su discurso del 2 de mayo. /Foto: elconfidencial.com.

Enrique de Diego

Es una ambiciosa sin límites que lleva toda la vida viviendo del Presupuesto y mirando para otro lado en materia de corrupción, empezó siendo una becaria del PP que cobraba en negro, ha conocido siempre todas las cloacas del PP madrileño y ha tenido puestos previstos para atajarla, pero la hipocresía va pareja a la ambición y Cristina Cifuentes está segándole la hierba a Mariano Rajoy presentándose como la adalid de la ética en el PP.

La fiesta regional del 2 de mayo ha sido el escenario de la lanzadera de la musa LGTBI, de la paladín de la corrección política, como líder nacional. “La honestidad, el compromiso, el talento y el esfuerzo son el más eficaz antídoto frente a las conductas que vulneran la Ley y frente a las dificultades de cada día”.

En realidad, Cristina Cifuentes era miembro del Consejo de Administración del Canal de Isabel II, y conocedora de todas las fechorías de Ignacio González y de Francisco Granados; y bajo su responsabilidad estaban las listas de la sierra norte de Madrid, donde se instaló y creció la trama Gürtel. Y, por supuesto, entregó una documentación del Canal cuando estaba abierta la investigación, pero la psotverdad de la tiranía mediática se ha puesto en marcha y Cristina Cifuentes controla mucha publicidad institucional, así que, según ella, “el compromiso ético y la defensa de la legalidad nos concierte a todos”, aunque ella, en verdad, ha estado de vacaciones en tal compromiso.

Pero, la presidencia del Gobierno bien vale un montón de mentiras haciéndose la rubia: “la corrupción es incompatible con la democracia y el tiempo de los corruptos ha llegado a su fin en la Comunidad de Madrid”. Falso. Lo que resulta imperdonable es que, sumida al colectivo LGTBI, se haya cargado la libertad de cátedra y el derecho de los padres a la educación de sus hijos. Una progre acomplejada con aires de marisabidilla con un discurso vacuo como su cabeza.