Josep Sansano
“Zaplana es quien manda en Ciudadanos de la Comunidad Valenciana”, señala un exmilitante de la formación. Es, en cualquier caso, una evidencia. Albert Rivera va a tener que dar muchas explicaciones. El retorno de Zaplana al centro de los focos en materia de corrupción con el caso Lezo es un torpedo en la línea de flotación de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana, ya muy tocado por el caso de Francisco Sánchez, portavoz del partido en el Ayuntamiento de Elda.
“Zaplana le abrió a Albert Rivera las puertas del Ibex 35, con lo que conlleva de financiación”, apuntan fuentes internas. “La contrapartida fue que Zaplana se encargara de organizar Ciudadanos en la Comunidad Valenciana. Eso colmaba sus ansias de venganza contra el PP, al que acusa de ser injusto con él”.
El clan del dátil, que domina Ciudadanos, es de la directa confianza de Eduardo Zaplana y José Joaquín Ripoll: su jefe, Emigdio Tormo, llegó a tener un expediente de expulsión, siendo concejal en el Ayuntamiento de Elche por el PP, por su fidelidad a Zaplana. Emilio Argüeso, el coordinador territorial, se mueve en la misma órbita, al igual que el senador Luis Crisol y el secretario de organización, Santiago Mira.
El primer coordinador provincial de Valencia, Fernando Mut, era un destacado zaplanista, con feudo en Gandía. En Orihuela entraron en tropel las huestes de otra zaplanista, Pepa Ferrando. En Alcoi, otro, Jorge Sedano. En Benidorm, los seguidores de Gema Amor. En Elche, Emigdio Tormo, tan zaplanista que llegó a ser expulsado del PP siendo concejal, y Emilio Argüeso. En Elda, Francisco Sánchez, director del CEU de Elche, tras defenestrar al ganador de las primarias. El club del dátil.
No es extraño que José Joaquín Ripoll –el heredero de Zaplana en el feudo alicantino e imputado en el caso Brugal- haya presumido por Alicante de mandar en Ciudadanos.
Esa toma de la marca Ciudadanos en la franquicia levantina no ha estado exenta de problemas. El 11 de marzo de 2015, Fernando Mut tuvo que dimitir al ser imputado en el caso Innova: el desvío de 6 millones de euros desde un centro de innovación en Gandía.
Formando grupo, los zaplanistas se han dedicado a purgar el partido de cuantos no se muevan en su sensibilidad. Ahora Albert Rivera va a tener que explicar por qué y a cambio de qué entregó Ciudadanos a Zaplana.