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Aceite de palma: El veneno de los hipócritas

Redacción




Enrique de Diego

El envoltorio de la sopa Knorr “Doce verduras” está lleno de mensajes saludables y ecológicos. Afirma que “el sabor está en la naturaleza” y por eso “nuestros chefs” han elegido “los mejores ingredientes” dentro del “programa de agricultura sostenible Knorr” para “garantizar ingredientes de la máxima calidad protegiendo a la vez nuestro planeta”. Pero uno de esos ingredientes es “grasa de palma”, que garantiza realmente la destrucción del Planeta y de las arterias. Lo primero, merced a la deforestación. Una superficie dos veces superior a Alemania ha pasado de selva tropical a plantaciones de palma africana. El método utilizado para ese brutal trasvase ha sido el fuego.

El envoltorio resalta que el método utilizado hace posible que no sean necesarios conservantes. Esos mensajes de consumo saludable no se compadecen con la utilización de una grasa como la de palma con el 50% de grasas saturadas que van directamente a las arterias, incrementando el colesterol LDL y duplicando los riesgos de enfermedades cardiovasculares, del tipo de ictus e infartos.

Las multinacionales, como Nestlé, defensoras del aceite de palma indican que un consumo adecuado con una dieta equilibrada tiene un efecto neutro sobre la salud. Los dietistas independientes indican que cuanto menos aceite de palma se consuma, mejor. Pero más del 50% de los productos de un supermercado estándar, y más del 60% de los de una gran superficie, contienen aceite de palma, palmiste o grasa de palma. La media de consumo por persona de la UE es de 60 kilos/año. Los productos que contienen aceite de palma son los destinados a los jóvenes: galletas, cereales, chocolates, bollería industrial, incluso los potitos.

El aceite de palma se ha convertido en el veneno de los hipócritas. No es infrecuente que el aceite de palma se encuentre en productos que afirman combatir el colesterol. Una de las marcas que, históricamente, aparece más relacionada con la comida saludable es toda la gama para el desayuno de Kellog’s y, sin embargo, utilizan el pernicioso aceite de palma.