Enrique de Diego
José Utrera Molina, muerto a los 91 años, era un hombre leal en una España de oportunistas; era un caballero en una España de mediocres. De su lealtad dan fe sus libros de Memorias: Sin cambiar de camisa y Sin cambiar de bandera.
Falangista y franquista, patriota, José Utrera Molina nunca traicionó a sus ideas y a sus ideales, en épocas en las que traicionar resultaba muy rentable. El último testigo de una España que no fue en blanco y negro, sino llena de oportunidades y realizaciones.
Quería conocer a don José Utrera Molina y lo conseguí gracias a los buenos oficios de Alfonso Arteseros. Tuvimos un almuerzo con una conversación de enjundia. Aquel hombre espigado, elegante, era una página viva de la historia de España.
Don José, exgobernador civil de Sevilla, Ciudad Real y Burgos, exsubsecretario de Trabajo, exministro de Vivienda, exsecretario general del Movimiento y vicepresidente del Gobierno, nos contó, en larga sobremesa, su conversación con el general Franco para hacerle ver que Juan Carlos de Borbón era un traidor y un desastre para España. Pidió audiencia con esa finalidad, y armándose de valor le dijo que Juan Carlos no iba a ser fiel a ninguno de sus juramentos y que iba a desmantelar todo lo edificado. Franco, que era ya parco en palabras, le recriminó que era una acusación muy grave. Por lealtad, Utrera Molina se mantuvo e insistió. Franco, con un pie en el estribo, ya no podía dar marcha atrás, era demasiado tarde.
Traigo a colación este recuerdo, de la única vez que tuvo el honor de escuchar a Utrera Molina, como muestra de su acrisolado patriotismo y de su lealtad probada.
Dios le tenga en su gloria, haciendo guardia en los luceros por esta España desnortada y dolorida, junto a los camaradas que le precedieron.