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Ante el fracaso del islamismo (5): Prohibida la alegría de vivir

Redacción




Jomeini. /Foto: actualidad.rt.com.

Enrique de Diego

El integrismo es el islamismo; los que se han dado en denominar yihadistas no son otra cosa que musulmanes que se tienen por los más puros. Y para su terrorismo indiscriminado hay base coránica clara: “Matadlos a todos allá donde los encontréis”.

Donde el integrismo ha triunfado, donde se ha impuesto la sharia, la mujer ha sido esclavizada y se ha prohibido la alegría de vivir: la música, las cometas, el fútbol…En eso sí coinciden suníes y chíies. Lo decía con claridad Jomeini: “no hay diversión en el islam. No puede haber diversión ni gozo en todo lo que es serio”. El islamismo es el infierno en la tierra. En el Kabul talibán, en Mosul o Raqqa, de Daesh, la única diversión son las ejecuciones sanguinarias tras el rezo en la mezquita de los viernes.

El islamismo es una ortopráctica. Lo regula todo. Minuciosamente. Algunas de esas casuísticas de los escritos de Jomeini:

“Hay once cosas impuras: la orina, los excrementos, el esperma, los huesos, la sangre, el perro, el cerdo, el hombre y la mujer no musulmanes; el vino, la cerveza y el sudor del camello que come excrementos”

“Todo el cuerpo de un individuo no musulmán es impuro, incluso sus cabellos, sus pelos, sus uñas y todas las secreciones de su cuerpo”

“En el momento de defecar y orinar, debe uno agacharse teniendo buen cuidado de no ponerse de cara o dar la espalda a La Meca”

“Si se comete un acto de sodomía con el buey, el cordero o el camello, su orina y sus excrementos se vuelven impuros, y ni siquiera la leche es comestible. Entonces se debe matar al animal lo más pronto posible y quemarlo y hacer que el que ha sodomizado pague su precio al propietario”

“Está permitido comer los saltamontes atrapados con la mano; no es indispensable que el cazador sea musulmán y que haya invocado el nombre de Alá; un saltamontes muerto en manos de un infiel no se puede comer si no existe el convencimiento de que ha sido cogido vivo, aunque el infiel lo afirme”

“Si un hombre se masturba en período de ayuno y eyacula, su ayuno no es válido”

“Si durante el coito, el hombre se da cuenta de que a la mujer le ha venido la regla, debe retirarse”

“Si una mosca entra en la boca de alguien en período de ayuno, no está obligado a sacarla de la boca si ha penetrado muy adentro; si se ha quedado en la boca, se debe sacar aunque esto pueda provocar vómitos que anularían el ayuno”

La única alegría permitida es la del verdugo. Por ejemplo, el ajatolá Jaljali, al cargo de la represión en Irán con Jomeini: «¡Ser juez religioso es un don divino! ¡Nuestros procesos son perfectos puesto que lo es la sharia! ¡Fuera abogados, que no hacen más que hacer perder el tiempo». Porque «la única manera de acabar con nuestros enemigos es ejecutarlos. Pero ha de entenderse, primero, que las ejecuciones no buscan la muerte, sino la desaparición del pecado; segundo, que los ejecutores, con su acción, se purifican a su vez«, porque «los hombres que yo envío a los pelotones de ejecución son culpables de crímenes contra Alá«, de modo que «el trabajo que realizo es mejor que el de todos los jefes de policía del mundo y en consecuencia creo que merezco el Nobel de la Paz«.

El terrorismo indiscriminado tiene base sólida en El Corán