Luis Bru
La calle Japó, de Nou Barris, es muy pequeña, estrecha, con luminosidad justa, pero han vivido tranquilamente generaciones de vecinos que ahora ven su modo de vida amenazado. El Ayuntamiento de Barcelona, que gestiona el equipo de Ada Colau, trata de imponer un centro de culto islámico en esta calle, sin haberse sentado a hablar primero con los vecinos, al menos para informar. El resultado ha sido una creciente indignación, acompañada de la tensión entre los vecinos y una comunidad musulmana que parece que empieza a tener una actitud más dura hacia los vecinos del barrio.
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Tras una semana de caceroladas vecinales desde sus balcones, cada noche a las 21:00 (convocadas por cinco minutos, pero que han legado a ser más de veinte) los vecinos han convocado una concentración pública que se ha celebrado el 4 de Abril en la calle Maestrat, callejón que comunica con la citada calle Japó.
Plataforma per Catalunya (PxC) ha estado ayudando y asesorando en todas las cuestiones que los vecinos han tenido durante esta intensa semana, así como participando de la difusión de sus propuestas y de las caceroladas, además de tratar que la demanda vecinal esté presente en la prensa. Hasta hoy, sólo han recibido ignorancia y desprecio por parte del “Ayuntamiento del Cambio” de Barcelona, y una mezcla entre silencio y ridiculización de los vecinos por parte de la prensa general. Por todo esto, el descontento no ha hecho más que crecer, y la concentración vecinal ha sido un tremendo éxito y un rotundo rechazo al maltrato de los políticos y asociaciones subvencionadas por estos hacia los vecinos de Nou Barris.
A la protesta vecinal han acudido representantes de PxC y de su consejo ejecutivo, como el vicepresidente Pablo Barranco, el secretario de organización Jordi de la Fuente (ambos realizan un seguimiento especial de este caso), así como Javier Hernández, Pep Sort y los valientes concejales de Salt Sergio Concepción y Sergi Fabri. Se han sumado vecinos no solamente de la calle Japó, sino de otras calles que temen que su modo de vida cambie radicalmente con la implantación de este centro de culto islámico. Incluso una representación de los vecinos de Molins de Rei, que viven el mismo problema en la calle Sant Sebastià, ha venido a solidarizarse y a ofrecer colaboraciones mutuas entre vecinos.
PxC estará siempre del lado de las causas justas de los vecinos y que combatan la falta de democracia por parte de los ayuntamientos que, como en Nou Barris y en Sants, pretenden esquivar una tensión creciente en los barrios y cuya gestión no se ha enfocado más que con la comunidad musulmana. Desde Pineda de Mar, pasando por Olot, Esparreguera, Molins de Rei, hasta Barcelona, la demanda popular es la misma: no a la imposición, mezquita solución.