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Por un cambio de modelo social y político

Redacción




España como solución. /Foto: porisrael.com.

Lorenzo Castejón

La opción desigualitaria (o más destacadamente anti-igualitaria), ha sido y en gran medida sigue siendo, aunque de una forma más disimulada una parte integrante del dogma neoclásico que ha brindado su hardware teórico a la ideología neoliberal, desde los comienzos de su lucha por la hegemonía a finales de los años 70 y durante toda la década de los 80 del siglo pasado.

La idea de que un exceso de igualdad perjudica la economía o más explícitamente, de que una buena dosis de desigualdad es buena para el crecimiento económico, ha venido alimentando las políticas de regulación que se impusieron en el epicentro anglosajón y que consolidaron el círcuito de la globalización.

Todo esto motivó la revolución fiscal que redujo drásticamente la progresividad de los tipos de impuesto sobre la renta y puso freno a las políticas redistributivas en España. La política liberal se centró en el recorte del gasto social, en la desaparición del control de los precios y la reducción de los subsidios a los más desfavorecidos.

El lema de los gobiernos desde el año 78 ha sido » LA IGUALDAD HA DEJADO DE SER UNA VIRTUD», como es comprobable influenciados gravemente por las teorías masónicas de las ventajas de la desigualdad.

La gestión económica de estos sucesivos gobiernos se ha caracterizado por una deuda pública creciente, en contradicción con la máxima presión fiscal sobre las clases medias españolas, consiguiendo su objetivo, que es su desaparición. El estado liberal ha conseguido llevar a cabo su siguiente objetivo en la idea masónica de la economía, asumiendo que cierto nivel de desempleo es bueno para reducir el coste de la mano de obra, con lo que han generado una masa social de «mileuristas» sin futuro laboral, ni social.

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Como dice Marco Revelli: «la lucha de clases existe y la han ganado los ricos». Dado todo esto, considero imprescindible un cambio de modelo social y político que nos libere tanto del liberalismo, como de la izquierda comparsa de lo liberal, de políticos profesionales dedicados en exclusiva y de una forma endogámica a lucrarse ilícitamente y mantener un estatus económico y social que les estaría vedado en un sistema basado en la meritocracia.

Una sociedad nueva que no dependa de la autoridad «europea», ni de una moneda manipulada y de unas políticas migratorias que causan ya problemas gravísimos de estabilidad y seguridad.

Recuperar nuestra historia, nuestra dignidad.

Empezamos a construir un futuro sin lastres de politicastros y meapilas que con el concepto de lo «políticamente correcto» arruinan nuestro futuro y el de nuestros hijos.

Hay personas que pensamos diferente y no nos da miedo decirlo, ¿vas a seguir quejándote sentad@ en tu sillón?