Josep Sansano
El jueves, 28 de marzo, Carolina Punset lideraba, junto con Gorka Maneiro, la Plataforma Ahora donde van recalando exUPyD e intelectuales de renombre, posicionados en la socialdemocracia y el centro izquierda.
Un partido de aluvión en el que el secretario de organización, Fran Hervías, gusta de ser llamado Señor Lobo, como exaltación de su sadismo disciplinario, por el que han sido expulsados más de dos mil militantes y cargos, se mantuvo mudo, con la única excepción del madrileño Miguel Gutiérrez que, de manera extemporánea, le solicitaba el acta de eurodiputada a Carolina Punset.
El reto tiene una lectura nacional y otra valenciana, aunque las dos van unidas. La Comunidad Valenciana se ha convertido en el talón de Aquiles de Ciudadanos. Literalmente, se está desfondando. Carolina Punset fue la candidata a la presidencia de la Generalitat. Tiene una proyección mediática que no han alcanzado otros posibles líderes críticos en otras autonomías, donde los cargos electos expulsados son concejales o diputados provinciales.
Lo cierto es que, por ahora, sobre Carolina Punset no ha recaído ninguna medida disciplinaria. ¿Por qué? Porque, entre otras cosas, eso desataría las hostilidades latentes en la Comunidad Valenciana, con la ruptura del grupo de las Cortes Valencianas y Albert Rivera no tiene a nadie del nivel de Carolina Punset o del portavoz en las Cortes, Alexis Marí.
El aparato valenciano de Ciudadanos al que respalda Albert Rivera son estrictas medianías casi todas provenientes de Elche –de ahí la denominación del clan del dátil que ha hecho fortuna desde que lo lanzara Rambla Libre– que no llegaron a tener relevancia política dentro del PP y que pertenecieron –y pertenecen- al zaplanismo y al ripollismo (del imputado José Joaquín Ripoll).
Emilio Argüeso, coordinador territorial y secretario de la Mesa de las Cortes, nunca ocupó ningún puesto relevante en sus numerosos vaivenes políticos. Ni tan siquiera fue capaz de cumplir su anuncio de competir por la presidencia del PP de Elche. Emigdio Tormo, al que algunas fuentes sitúan ya fuera de la política, fue un concejal disidente dentro del grupo de concejales populares ilicitano. Santiago Mira, que lleva organización, es un empresario fracasado que dilapidó la empresa familiar. Y resulta difícil de entender que no haya dimitido Francisco Sánchez, director del CEU de Elche y portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Elda, tras darse a conocer sus elevados gastos personales en el Instituto Juan Gil-Albert y la contratación, sin licitación, de catering y cestas de Navidad con el empresario Paco Torreblanca, del que era consultor.
Han gestionado tan mal su poder, que consiguieron, por ejemplo, que abandonara el partido el único diputado provincial que obtuvieron en Alicante, Fernando Sepulcre, que les podía haber dado poder y relevancia, porque el PP depende de él en la Diputación. O también la salida de José Enrique Aguar, exportavoz en la Diputación de Valencia.
Han jugado hasta ahora en la sombra, pero no tienen nivel para ocupar el primer plano. Ciudadanos en la Comunidad Valenciana está dividido y sin iniciativa política. La interpretación del último movimiento de Carolina Punset puede buscarse en el hecho de que Ciudadanos está desapareciendo de la Comunidad Valenciana y dejando espacio político libre.
En el acto de presentación de la Plataforma Ahora, Carolina Punset dijo estar harta de la “matraca insoportable de los nacionalismos periféricos” y del “entreguismo de la izquierda a los separatismos”. Un discurso que suena bien en la Comunidad Valenciana cuando Compromís, con la sectaria Mónica Oltra, está provocando una guerra lingüística innecesaria, al servicio de sus ensoñaciones pancatalanistas.
Hacia un nuevo partido
En los ambientes de los firmantes del manifiesto de la Plataforma Ahora se da por supuesto que el objetivo final es poner en marcha un nuevo partido. Algunas fuentes adelantan un nombre: Demócratas Independienes.