Enrique de Diego
En la condena general del tosco autogolpe de Maduro han faltado Pablo Iglesias y Podemos, con lo que confirman de manera palmaria que su imaginario es ese socialismo de hambre chavista.
La marcha atrás del Tribunal Supremo en su delirante decisión de expropiar las facultades del legislativo, de la Asamblea Nacional, a pedido del Consejo de Defensa de la nación, ha dejado con las posaderas al aire a Juan Carlos Monedero en su delirante artículo en Público “Mentiras sobre lo que pasa en Venezuela”, en el que la única verdad es el título porque todo él es una sarta de mentiras, que muestran la indigencia mental del personaje.
Monedero llega a hablar en nombre del “pueblo venezolano” que no iba a permitir que se diera marcha atrás y en horas veinticuatro su adorado Maduro se ha bajado los pantalones recién puestos de tirano. Cualquier cafre es capaz de entender que asumir las funciones legislativas y de control del Parlamento, de la Asamblea Nacional, es un golpe de Estado en toda regla.
La Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz no solo denunció el ataque al orden constitucional, sino que también llamó a “que se superen los obstáculos que impiden brindar la calidad de vida que reclama la población”. Los manifestantes de la oposición han portado sencillas y significativas pancartas: “Socialismo de hambre”.
La crisis venezolana está teniendo efectos demoledores en esa ruina que es Cuba, que está al borde del desabastecimiento de gasolina, después de que los envíos subvencionados de crudo venezolano se hayan reducido el 60%, lo que ha llevado a restringir la gasolina de calidad para los coches dedicados al turismo.
Los de Podemos no sirve para nada bueno. Son unos sectarios de tomo y lomo. Los comunistas de siempre.